Tomemos como ejemplo el caso de una franquicia de hosterías familiares rurales. Consiste en organizar un emprendimiento que reúna un cierto número de familias que estén dispuestas a integrarse a la actividad como propietarios-gestores de una pequeña o mediana hostería en zonas de atractivo turístico. Cada franquiciado tiene (i) derecho a recibir de la franquicia acceso a financiamiento y asesoramiento para construir, mejorar o equipar su establecimiento, comercialización de sus servicios, capacitación y asistencia técnica, y (ii) obligaciones contractuales que cumplir, como respetar normas y estándares que la franquicia establece en cuanto a infraestructura física, equipamientos, compra de insumos, atención al cliente, hacer parte del sistema único de reservas, entre otras.
La franquicia popular tiene tres tipos de participantes: los pequeños productores, el socio estratégico y quienes aportan capital (inversión inicial y eventuales ampliaciones). En el caso de este ejemplo, los pequeños productores son las familias con sus hosterías; el socio estratégico es alguien con buena experiencia en gestionar operaciones turísticas; y los aportantes del capital pueden ser muy diversos actores comprometidos con el objetivo de inclusividad incluyendo, además de los propios pequeños productores y el socio estratégico, a fondos o fideicomisos públicos, mixtos y privados, agencias de desarrollo, organizaciones empresariales, gremiales y de la sociedad civil, entre otros.
La estructura de propiedad del emprendimiento inclusivo es determinante para asegurar que se concilia eficacia con equidad; tanto lograr atraer a un socio estratégico de calidad que gestione eficazmente, como asegurar una justa distribución de resultados entre los participantes de la franquicia.
En cuanto a inclusión la franquicia presenta dos niveles: (i) las familias rurales que se hacen propietarias de hosterías (agregan una fuente de ingresos no agropecuarios y diversifican riesgo) y (ii) los microemprendimientos que proveen servicios a los clientes de la franquicia como productos de huerta, actividades artísticas y culturales, artesanías, cabalgatas, paseos guiados (aseguran ingresos y una demanda estable por sus servicios).
Roberto Sansón Mizrahi
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