Un país para todos

Franquicias Populares julio 27, 2011

Filed under: Uncategorized — unpaisparatodos @ 3:37 pm

Tomemos como ejemplo el caso de una franquicia de hosterías familiares rurales. Consiste en organizar un emprendimiento que reúna un cierto número de familias que estén dispuestas a integrarse a la actividad como propietarios-gestores de una pequeña o mediana hostería en zonas de atractivo turístico. Cada franquiciado tiene (i) derecho a recibir de la franquicia acceso a financiamiento y asesoramiento para construir, mejorar o equipar su establecimiento, comercialización de sus servicios, capacitación y asistencia técnica, y (ii) obligaciones contractuales que cumplir, como respetar normas y estándares que la franquicia establece en cuanto a infraestructura física, equipamientos, compra de insumos, atención al cliente, hacer parte del sistema único de reservas, entre otras.

La franquicia popular tiene tres tipos de participantes: los pequeños productores, el socio estratégico y quienes aportan capital (inversión inicial y eventuales ampliaciones). En el caso de este ejemplo, los pequeños productores son las familias con sus hosterías; el socio estratégico es alguien con buena experiencia en gestionar operaciones turísticas; y los aportantes del capital pueden ser muy diversos actores comprometidos con el objetivo de inclusividad incluyendo, además de los propios pequeños productores y el socio estratégico, a fondos o fideicomisos públicos, mixtos y privados, agencias de desarrollo, organizaciones empresariales, gremiales y de la sociedad civil, entre otros.

La estructura de propiedad del emprendimiento inclusivo es determinante para asegurar que se concilia eficacia con equidad; tanto lograr atraer a un socio estratégico de calidad que gestione eficazmente, como asegurar una justa distribución de resultados entre los participantes de la franquicia.

En cuanto a inclusión la franquicia presenta dos niveles: (i) las familias rurales que se hacen propietarias de hosterías (agregan una fuente de ingresos no agropecuarios y diversifican riesgo) y (ii) los microemprendimientos que proveen servicios a los clientes de la franquicia como productos de huerta, actividades artísticas y culturales, artesanías, cabalgatas, paseos guiados (aseguran ingresos y una demanda estable por sus servicios).
Roberto Sansón Mizrahi
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Ingeniería de negocios y desarrolladoras de emprendimientos inclusivos julio 18, 2011

Filed under: Uncategorized — unpaisparatodos @ 4:28 pm

Hoy en día existe moderna ingeniería de negocios que permite asociar un colectivo de pequeños productores con un socio estratégico que aporte conocimiento de excelencia, contactos, información, gestión, acceso a mercados y a financiamiento. Estas ingenierías incluyen los sistemas de franquicias, los conglomerados de cooperativas, los consorcios de comercialización y de exportación, las agroindustrias locomotoras, entre otras. Con esa base es posible establecer nuevos tipos de actores económicos, los emprendimientos que denominamos inclusivos.

Los emprendimientos inclusivos apuntan a conformarse como empresas de porte medio orientadas a negocios rentables en sectores promisorios que favorezcan a colectivos de personas de humilde origen sin afectar el medio ambiente. El objetivo es lograr incluir familias de bajos ingresos en actividades promisorias en lugar de enrumbarlas, como generalmente sucede, hacia las de bajísima productividad y pobres perspectivas.

Si bien algunos emprendimientos inclusivos surgen espontáneamente en los mercados contemporáneos, en verdad son pocos y suelen no estar bien estructurados. De ahí la necesidad de conformar pequeñas entidades especializadas en promoverlos capaces de identificar y aprovechar oportunidades que beneficien a sectores de bajos ingresos: las desarrolladoras de emprendimientos inclusivos.

Las desarrolladoras no son entidades burocráticas sino que están conformadas por muy pequeños equipos familiarizados con la identificación de oportunidades de mercado y, muy especialmente, con capacidad de organizar emprendimientos para aprovechar esas oportunidades. Las desarrolladoras pueden ser promovidas por gobiernos provinciales y municipales, agencias de desarrollo, ministerios nacionales, asociados con entidades empresariales, gremiales y de la sociedad civil.

Para atraer tanto a pequeños productores como al socio estratégico el emprendimiento inclusivo debe organizarse de modo que sea atractivo para ambos asegurando buena rentabilidad y trato equitativo. La desarrolladora de emprendimientos inclusivos debe asegurar ese balance y plasmarlo en la forma como se estructura el emprendimiento.

Roberto Sansón Mizrahi
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Sería distinta la respuesta popular si el esfuerzo se dedicase a transformar aquello que generó la crisis julio 14, 2011

Filed under: Uncategorized — unpaisparatodos @ 6:00 pm

El horizonte europeo viene cargado de muy gruesos nubarrones pero no sólo porque son muy serios los problemas que la mayoría de países enfrenta sino porque las «soluciones» que se siguen implementando parecieran que no apuntan a transformar la dinámica económica subyacente, responsable por cierto de lo que sucede. El desánimo cunde por lo que sucede pero también porque se avizora la futilidad de los esfuerzos a los que los timoneles nos convocan. Cómo habríamos de movilizarnos, disponernos a poner el hombro y el corazón tras una propuesta que otra vez reclama «sudor y lágrimas» cuando sabemos que los pillos miran desde la tranquera como los pavos los sacamos del desastre que generaron. Distinto sería si el esfuerzo, que sin duda Europa debe encarar, sirviese para transformar la dinámica que llevó a la crisis.

Uno (por cierto no el único) de los principales factores responsables de la crisis es la imparable concentración de la riqueza que estrangula la sustentabilidad de la trayectoria escogida. Rafael Guardans señala que «el Ministro de Fomento de España reconoció que algunas infraestructuras se habían diseñado y puesto en marcha sin el necesario estudio de viabilidad económica o, al menos la demanda efectiva: Renfe, la compañía pública de ferrocarriles, acaba de cerrar un trayecto de alta velocidad que usaban unas nueve personas por viaje y tenía un coste de 10.000 euros diarios!». Esto habla no sólo de negligencias e incapacidades sino, muy probablemente, de la preeminencia de intereses secundarios por sobre el interés y el bienestar general. Toda decisión económica impacta sobre personas y grupos; por eso no pueden estar ausentes dos fundamentales criterios de asignación de recursos (siempre escasos en relación a necesidades): uno hace a identificar quienes se benefician y quienes se perjudican con cada decisión económica; el otro criterio hace referencia al costo de oportunidad de cada asignación (costos y beneficios, de corto, mediano y largo plazo, de las demás alternativas que existen para asignar esos mismos recursos). Pero alerta: al hablar de costos y beneficios no cabe reducirlos a consideraciones financieras sino que es fundamental definirlos en términos de dinámica económica, cuidado ambiental, justicia y cohesión social, balances territoriales, consumo responsable, desarrollo cultural y educativo. El reduccionismo financiero esconde detrás de su simpleza groseros intereses.

Lo de las calificadoras de riesgo es algo inaudito; haría bien Europa de conformar una seria e independiente calificadora de riesgos; una entidad que tenga y gane prestigio y credibilidad con cada evaluación que ofrezca.

Roberto Sansón Mizrahi
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Para la pobreza lo peor julio 11, 2011

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Aunque hay meritorias excepciones que confirman la regla, las soluciones destinadas a encarar la pobreza suelen ser de corto alcance y pobre diseño. No debiera sorprendernos que así sea: es baja la prioridad asignada. Por lo general se trata de apoyos financieros a pequeñas unidades (microcréditos y créditos para PYMES), a veces acompañados con asistencia técnica en materia tecnológica y de gestión. Estos esfuerzos aportan lo suyo y no corresponde desvalorizarlos ya que constituyen un primer nivel de apoyo a sectores permanentemente postergados: son necesarios pero suelen ser insuficientes.

Lo que ocurre es que ese esfuerzo en apoyo a pequeños y micro productores desemboca finalmente en una encrucijada muy difícil de enfrentar: les toca integrarse en espacios de negocios donde operan otros actores con mayores recursos, información y capacidad de gestión con los cuales o compiten (misión imposible) o se subordinan a través de desfavorables acuerdos de complementación. De ahí que sea necesario concebir otras modalidades de apoyo para superar estas situaciones y posibilitar que los sectores de la base de la pirámide accedan a conocimiento, información, contactos, acceso a mercados y a financiamiento.

Una crítica restricción que enfrentan todos los pequeños emprendimientos es su ínfima escala que limita su acceso a oportunidades. Por su tamaño, el pequeño emprendimiento no dispone de áreas diferenciadas de gestión; su titular asume tanto la gerencia como las funciones de producción, comercialización, administración y finanzas. Son condiciones muy duras que terminan asfixiando el talento, la determinación y la capacidad de trabajo que anida en los pequeños y micro productores.

Hoy existen modernas ingenierías de negocios que permiten a colectivos de pequeños productores asociarse con socios estratégicos en empresas donde también intervienen otros aportantes de capital que ayudan a hacer converger eficacia comercial y equidad en el reparto de resultados. Los denominamos emprendimientos inclusivos: posibilitan a esos colectivos de pequeños productores estar a la altura de otros actores económicos y asomarse a mejores oportunidades.

Roberto Sansón Mizrahi
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Movilización productiva de los pobres: una respuesta que cruza desafíos julio 7, 2011

Filed under: Uncategorized — unpaisparatodos @ 8:58 pm

En países del hemisferio sur los sectores poblacionales de bajos ingresos no representan “bolsones” de pobreza sino que constituyen una enorme masa de rezagados, excluidos, marginados, muchas veces mayoritaria. Su existencia tiene severas implicaciones éticas, sociales, económicas y políticas, incluyendo un tremendo derroche de talento, energía y capacidad de trabajo. Sin embargo, con adecuadas medidas ese potencial groseramente desaprovechado puede ser movilizado productivamente y aportar a la transformación de las adversas circunstancias generando ocupación estable, mejores ingresos y formación de capital (social y económico).

Un costoso error de apreciación que suelen cometer los programas de apoyo a pequeños y micro productores es ignorar que las actividades económicas exitosas no se sustentan sólo en recursos financieros sino que requieren de una serie de factores “no financieros” como ser, efectiva gestión, conocimiento de excelencia, buenos contactos, acceso a información y a mercados. De contar con esos recursos se aumenta significativamente la capacidad de identificar mejores oportunidades comerciales y de organizarse para aprovecharlas. Poco de eso está disponible para la población de bajos ingresos.

En general, esa población encara actividades económicas de baja productividad de las que obtienen escasos ingresos que dedican a atender su precaria subsistencia; no tienen condiciones para acceder a procesos de formación de capital ni para integrarse a más amplias redes sociales y a promisorias tramas productivas.

¿Cómo lograr entonces que también la población de bajos ingresos pueda aprovechar oportunidades económicas sustentables? ¿Cómo integrar a quienes están excluidos y desocupados en actividades promisorias? ¿Cómo, al mismo tiempo, promover actores social y ambientalmente responsables en la base de la pirámide? Los emprendimientos inclusivos ofrecen algunas respuestas a estos interrogantes y su implementación se logra utilizando diversas ingenierías de negocios entre las que destacan las que denominamos franquicias populares.

Roberto Sansón Mizrahi
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