Existen distintos tipos de políticos. Simplificando quizás en exceso consideremos los siguientes.
Hay políticos que anteponen sus propios intereses personales al bienestar de todo su pueblo. Son aquellos que se venden al mejor postor, casi siempre el poder económico nacional e internacional con sus cómplices en los medios, la justicia, las usinas ideológicas elitistas. Saben que están engañando a sus pueblos y que operan a sus espaldas en favor de minorías privilegiadas. Para ellos nuestra condena y desprecio.
Hay políticos que logran alinear sus intereses personales con los intereses de las mayorías. De ahí que al mismo tiempo que trabajan por impulsar un desarrollo justo e inclusivo, saben aprovechar oportunidades para su propio beneficio. Son políticos que no traicionan las causas populares si bien se aseguran un buen vivir. Para ellos nuestro apoyo a los esfuerzos transformadores que realizan.
Hay políticos que trabajan para el bien común aun si eso implicase sacrificar intereses personales; aportan su esfuerzo a causas justas sin aspirar ni pretender beneficiarse con ello. Son políticos que portan valores de servicio convencidos que la felicidad y la realización personal van unidas al bienestar del conjunto social y rechazan cualquier privilegio por el simple hecho de hacer parte del esfuerzo colectivo. Para ellos nuestro reconocimiento y admiración.
Así como hay diferentes tipos de políticos los hay de sindicalistas, empresarios, comunicadores, jueces, fiscales, educadores, militares, policías, médicos, en fin, todo tipo de personas. Aunque es posible distinguirlos, pocos transparentan su verdadera naturaleza.
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