Un país para todos

Gracias a la Vida – Joan Baez & Mercedes Sosa mayo 12, 2018

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LA REACCION CONTRA LA REACCION La voz que se alza contra la mano alzada – Juan Eugenio Corradi 

Filed under: Uncategorized — robertomizrahi @ 10:52 am

Italia ayer

 

Un Duce americano

 

Italia hoy

 

Sí: han vuelto, como si la historia no les hubiese propinado un escarmiento.  Se dicen populistas pero son fascistas de nueva y vieja cepa.  Son reaccionarios y son populares.  Contra este movimiento se yergue, como siempre, la voz de la razón y la denuncia de la mentira que desfila en nombre del pueblo.  Como casi siempre, la voz de la razón es  impotente, salvo como testimonio y advertencia.  Quiero sumar mi voz a esa voz.  Frente al fascismo corresponde decir, con don Miguel de Unamuno: “Venceréis porque tenéis sobrada fuerza bruta, pero no convenceréis. Para convencer hay que persuadir y para persuadir necesitaréis algo que os falta: razón y  derecho en la lucha.”

 

A Unamuno agrego Leone y Natalia Ginzburg, Federico Fellini, Friedrich Nietzsche, Albert Camus,  Thomas Mann,  Alexis de Tocqueville, Johan Wolfgang Goethe, José Ortega y Gasset, Paul Valery,  Max Scheler, Stephan Zweig,  Menno Ter Braak, Primo Levi,  Theodor Adorno, Winston Churchill,  Franklin Delano Roosevelt,  Giorgio Bassani, Albert Einstein, Edmund Husserl, Palmiro Togliatti, Sigmund Freud,  Robert Paxton, Franz Neumann, Paul Celan, Roland Barthes,  Robert Musil, Jan Patocka, Rob Riemen, Tony Judt.  La lista es larga e incompleta.

Los cito en tenaz desorden.  Nada parece unirlos.  Los vemos distantes en el espacio y en el tiempo.  Sus opiniones fueron diversas.  Las posiciones políticas que eligieron o que el azar les obligó a suscribir fueron no sólo distintas sino hasta opuestas: conservadores, liberales, socialistas y comunistas.  A varios los tildaron de reaccionarios.  Entre ellos reconocemos a religiosos, ateos, científicos y humanistas.  Algunos llegaron al poder.  Otros fueron perseguidos.  Varios murieron como mártires silenciosos.  Hubo entre ellos quienes sobrevivieron al holocausto que supieron anunciar.  Otros fueron víctimas de la mediocridad que los rodeaba.   El exilio no los eximió del dolor.  Sus seguidores deformaron su recuerdo.  Sus obras hoy llenan una entera biblioteca.  La biblioteca, decía Platón, es farmacia del espíritu.  Me gustaría que mis lectores se dejasen perder entre esos anaqueles.  En la disposición caótica de su lectura se encuentra el antídoto para el veneno que nos provee esta época.

Lo que une a tan dispar muchedumbre es el talento y la sensibilidad para detectar el germen de la barbarie política, o mejor dicho el virus del fascismo, que ha estado y está latente en toda sociedad contemporánea, sin excepción de las llamadas democracias avanzadas o consolidadas.  En su acepción romana, latente es participio activo del verbo mas irregular de la gramática latina (fero, fers, ferre, tuli, latum),  que quiere decir “portar” o “llevar consigo.” Otra acepción sostiene que la palabra proviene del verbo lateo, que quiere decir “vivir escondido.”  Resulta evidente que ambos verbos, fero y lateo, están emparentados.

El fascismo histórico fue vencido de manera contundente y por la fuerza, en la segunda guerra mundial.  Terminado el conflicto bélico, los vencidos fueron sometidos a una reconstrucción democrática que en general resultó exitosa.  Italia, Alemania, y Japón se sumaron al club de las democracias anglosajonas y adoptaron las instituciones que hacen de sostén de tales democracias.  El comunismo fue el único rival que enfrentó a las democracias liberales.  Pero aun en este caso, el socialismo de estado adoptó con entusiasmo el mote democrático y anti-fascista.

La democracia triunfó, pero a condición de ser siempre adjetivada:  democracia liberal, democracia popular, democracia dirigida, y –esta expresión es mas reciente y proviene de Hungría—democracia iliberal.  El fascismo fue condenado al insulto y al anticuariado.  Por largos años vivió escondido, en condición latente, y sólo hoy vuelve a manifestarse, pero aun así guarda un cierto pudor, no quiere decir su nombre, y se esconde detrás del populismo –término que sí es aceptado en el universo de discurso que nos rodea.

“Lo mas divertido de la democracia –se burlaba el Dr. Goebbels—es que nos proporciona las armas con la que vamos a destruirla.”  Tal vez los fasces de los lictores romanos, la mano alzada, la marchas nocturnas con antorchas, y el paso de ganso, hayan pasado de moda (aunque toda moda es circular y se repite)  pero no fueron mas que la manifestación febril de un estado larval, que hoy continua.  Mas que las coloridas manifestaciones del fascismo, a mi me interesa conocer su caldo de cultivo.

Para explorar ese caldo de cultivo he vuelto a leer a Ortega.  Antes del triunfo de la falange en España y del auge del fascismo en Italia, Ortega escribió dos series de ensayos, publicados en sendos libros.  El primero  lo tituló  España invertebrada (1921) y el segundo La rebelión de las masas (1929).  En el primero trata del separatismo regional en España.  Ortega consideraba a los nacionalismos vasco y catalán como síntomas de una fragmentación mayor  (de clases, estamentos, y grupos identitarios) y de la secular decadencia española.  Sus reflexiones  tienen gran actualidad hoy día, en que el proyecto de una unión europea está en crisis y cuando  surge de nuevo el nacionalismo en todas sus formas: en Escocia, Cataluña, Padania, Macedonia,  en Bélgica, Inglaterra, Italia, todo el este de Europa –y paro de contar.

Según Ortega,  los países crecen por agregación de grupos distintos que se unen en torno a “un proyecto sugestivo de vida en común.”  Cuando ese proyecto existe y seduce, un país o un imperio (como el romano) entran en una fase ascendente y aditiva.  Cuando falta ese proyecto, entran en una fase decadente y dispersiva.  Los imperios, decía Ortega, se hacen por la fuerza, pero no perduran si no seducen con ideas y modelos de organización.  Roma fue un sistema predatorio y militar, pero también era un proyecto de organización universal, una manera de hacer que perduró en el tiempo y hasta sobrevivió al imperio (ejemplo: el derecho romano es la base del derecho europeo actual).  Nadie mejor que el autor español para resumir la tesis: “Los grupos que integran un Estado viven juntos para algo: son una comunidad de propósitos, de anhelos, de grandes utilidades.  No conviven por estar juntos, sino para hacer juntos algo.” (España invertebrada, p.33).  Sin una tradición jurídica superior, una administración idónea, un tesoro de ideas que prestan un brillo superior a la vida, un repertorio de nuevos festejos, un estado o una confederación de estados se desarticula.  Así cayeron Roma, el imperio español,  la Unión Soviética, y hoy están cayéndose la Unión Europea y los Estados Unidos de América.

“Reaccionario” es un término referido a ideologías o personas que aspiran a instaurar un estado de cosas anterior al presente, en especial cuando aquel estado de cosas ha sido abolido por una revolución, o debilitado por innovación (científica, social, cultural). En la tradición europea, ese estado de cosas anterior era aristocrático, oligárquico, estático y jerárquico. Quienes lo defendían eran, en suma, contrarrevolucionarios.  Pero entre reaccionarios también hay novedad.  Un fascista es un reaccionario con arrastre popular. 

El fascismo fue un invento del siglo veinte, con el surgimiento de la sociedad de masas. El fascismo es mitológico: es un sistema cerrado de pensamiento y de acción, con ritos periódicos de unificación y de expulsión de elementos abiertos, experimentales, e innovatorios, considerados como espurios.  Las masas son invitadas a participar en esa vuelta ritual a un pasado fantasioso, a condición de que adhieran al sistema de pensamiento cerrado, purificador, y persecutorio tan característico de las sociedades silvestres estudiadas por Mircea Eliade y Claude Levi Strauss.  En el mundo moderno, el retorno del mito es una expresión desesperada de querer dar sentido a la vida sin tener que complicarse la vida.  El mito es un terrible simplificador.  Sentirse superior aun siendo el ultimo orejón del tarro: en esto reside el secreto de la fascinación del fascismo.  Quienes no se dejan fascinar son enemigos del fascismo, y el fascismo lo sabe.  Siempre los persigue, porque sabe que son la reacción contra su reacción.

En Ortega encontré también otra perla, que es clave para entender lo que está sucediendo en nuestro propio mundo.  El estado, como el pescado, comienza a pudrirse por la cabeza.  Los estados nacionales, y las organizaciones supranacionales, están en manos de políticos, burócratas, y tecnócratas sin imaginación.  En el mejor de los casos son profesionales de la administración que manejan la cosa pública con pericia técnica.  En otros casos, son políticos oportunistas o corruptos, y en el peor de todos los casos, son simplemente cleptócratas o mafiosos.   Librado a su propia dinámica y sin contrapeso, el sistema capitalista mundial genera cada vez mayor desigualdad, descalabro ambiental, e injusticia social.  Nadie desde el poder invita a la gente a hacer algo juntos que valga la pena;  un ideal que despierte la esperanza y justifique algunos sacrificios.  No ha de sorprender que frente a esta falta de “un proyecto sugestivo de vida en común” sólo queda el “sálvese quien pueda” y el refugio en algún particularismo de clase, estamento, etnia o región.

Los nacionalismos no son otra cosa que la forma política de esa dispersión.  Las masas quedan a merced de demagogos y mitómanos que se postulan como lideres “fuera del sistema” y se ponen al frente de alguna estampida. Como decía el poeta Antonio Machado, “de diez cabezas, nueve embisten y una piensa.”

Para ser pasto de semejante manipulación,  la sociedad de masas de otrora hoy se ha fragmentado en una sociedad de redes que tienden a cerrarse en compartimentos estancos, tribales.  Eso no hace mas que agravar la situación.  Se elimina la discusión, la inseminación de ideas, la búsqueda de un proyecto común.  Ortega llamaba decadencia a esa dispersión.

El fascismo llega después como falsa solución a esa decadencia.  Se propone unificar a todas las tribus en una tribu mas amplia pero sin vocación universal ni ideales elevados.  Es un particularismo mas, potenciado con esteroides.  Esos esteroides son: el prejuicio, el orgullo, el resentimiento y el odio proyectados hacia otras comunidades, reales o ficticias.  Suscitan el peor de los entusiasmos: el de la caza y la jauría.  No hay fascismo sin chivo expiatorio.

Unidos para asaltar, unidos para odiar, unidos para rechazar, y unidos para perseguir.  Esa es la versión degradada del pueblo que ofrecen los fascistas.  Bajo banderas, el mas bajo común denominador.   En su canto de sirena, los líderes mentirosos se dicen humildes y cercanos al “hombre común”. Estar con ellos, que se dicen olvidados, es decirles: “está bien no pensar; está bien castigar; está bien destruir; está bien envidiar.” Y así caerán justos por pecadores, embolsados en un solo término –la elite—y eventualmente encerrados en el mismo campo de concentración.  La concentración comienza en el discurso de estos nuevos “populistas,” para quien sabe escuchar.

Los nombres que cité al principio de este artículo pertenecen a escritores, artistas, hombres de estado, científicos, y pensadores que supieron escuchar el canto de sirena del fascismo y sus peligros, sin por ello sucumbir a su fascinación. Alexis de Tocqueville escribió sobre un nuevo despotismo popular para el que no encontraba un nombre.  Wolfgang Goethe hablaba de una juventud descarriada, Albert Einstein de la estupidez que acompaña al avance científico como su sombra, Thomas Mann de los trucos de magia practicados por un demagogo, Friedrich Nietzsche, Edmund Husserl, Theodor Adorno, y Robert Musil del nihilismo europeo, Franklin Roosevelt advertía sobre el peligro de una cultura del miedo,  Winston Churchill sobre la barbarie desatada en un país culto, Sigmund Freud y Miguel de Unamuno sobre el amor a la muerte,  Max Scheler sobre el resentimiento como motor de la movilización,  Stephan Zweig sobre la claudicación de la inteligencia europea,  Franz Neumann sobre el gobierno caótico de la banda nazi, Roland Barthes sobre la prostitución del lenguaje, y así sucesivamente, hasta llegar a la desesperación de Tony Judt y de Rob Riemen en sus recientes testimonios de humanistas frente al debilitamiento de la democracia.  Todos ellos advirtieron una verdad terrible: el fascismo no viene de afuera como una tormenta.  Lo llevamos dentro.  Para vencerlo de verdad tenemos que conocernos y desarrollar nuestras propias defensas.

Por lo demás, esta nueva época fascista que aflige al mundo terminará como ha terminado antes: en la guerra.  Yo cierro esta nota como comencé, con una referencia y una paráfrasis de Unamuno.  Hoy en los Estados Unidos se honran todos los días a los caídos y mutilados de guerra. Por desgracia hoy tenemos demasiados inválidos y pronto habrá más si Dios no nos ayuda.

 

Qué es el cristianismo de liberación – Leonardo Boff 

Filed under: Uncategorized — robertomizrahi @ 10:50 am

Este es el título de uno de los más recientes libros de Michael Löwy. Nacido en Brasil, vivió y enseñó en la Sorbona durante muchos años, manteniendo siempre lazos muy estrechos con Brasil y con los movimientos libertarios. Es un hebreo, profundo conocedor de la Biblia, se convirtió, puedo decir sin exageración, en uno de los más perspicaces conocedores de la teología de la liberación latinoamericana. Siempre unió el mundo de la investigación rigurosa con el compromiso transformador, la tradición judeocristiana de la opción por los pobres con su liberación concreta.

Su vasta obra merece ser estudiada y profundizada, pues aporta contribuciones de notable actualidad al momento histórico en que vivimos, con múltiples crisis y bajo la penosa dominación de la cultura del capital.

Dos son las características fundamentales de su obra: el rescate y la recreación de la tradición libertaria de la tradición judeocristiana para los contextos actuales.

En ese rescate destaca especialmente el legado judío con nombres que van desde Marx, Heine y Freud a Bloch, Goldman y Benjamin. Sus estudios sobre el romanticismo, no como escuela literaria, sino como visión de mundo, crítica a la sociedad burguesa en nombre de otra percepción de la naturaleza (no como mero medio de producción, sino como realidad viva), son clásicos y de referencia permanente.

Dedicó todo un libro al cristianismo de liberación de América Latina, primero con el título Guerra de los Dioses (Voces 2000), actualizado ahora con Qué es el cristianismo de liberación (Fundación Perseo Abramo, São Paulo 2016), y sus afinidades e influencias de la tradición crítica. Resaltó el valor de la obra del gran socialista y espiritualista peruano José Carlos Mariátegui.

La obra Qué es el cristianismo de liberación tiene el mérito de mostrar que los ideales de la revolución y de la liberación no son monopolio de la tradición marxista. Pueden ser y son también ideales de un extracto significativo del cristianismo que toma en serio la herencia del Jesús histórico, el carpintero y campesino mediterráneo, y la opción por los pobres y contra su pobreza, como lo ha hecho el Papa Francisco.

Lo que ocurrió y aún ocurre en lo profundo de la sociedad latinoamericana y de la sociedad-mundo es una verdadera guerra de dioses. El dios mercado y el dios capital buscan crear un sentido final a la vida y a las poblaciones hambrientas de bienes, frustrándolas continuamente, y el Dios vivo de la tradición judeocristiana que desenmascara a ese dios como falso y, por eso, como ídolo. El Dios vivo toma partido por las clases abandonadas y se materializa en un proceso político de liberación. En su libro Marxismo y Teología de la Liberación (Cortez Editora 1991) dice claramente: «El interés por los pobres es una tradición milenaria de la Iglesia que se remonta a las fuentes evangélicas del cristianismo. Los teólogos latinoamericanos se sitúan en continuidad con esa inspiración. Para ellos, los pobres ya no son esencialmente objeto de caridad sino sujetos de su propia liberación. Es ahí donde se opera la unión con el principio fundamental del marxismo, a saber: la auto-emancipación de los trabajadores será obra de los propios trabajadores… Este cambio es la más rica de las consecuencias traídas por los teólogos de la liberación respecto a la doctrina social de la  Iglesia» (p.96).

Últimamente se ha ocupado de la ecología, no como un tema entre otros, sino como una cuestión estratégica para la emancipación humana que incluye la naturaleza y el planeta Tierra entero. Es uno de los fundadores mundiales del eco-socialismo. Lo presenta como una ética radical, en el sentido de descender a las raíces de la perversidad que a todos castiga. Propone un cambio de paradigma, una transformación revolucionaria cuyo centro es la vida en sus múltiples formas.

Con eso entramos en la segunda característica de la obra intelectual de Michael Löwy: su capacidad de recreación imaginativa. Su enfoque, por más que venga fundado en los textos críticos con sus debidos contextos, nunca es positivista. Es hermenéutico. Es consciente de que leer es siempre releer y entender implica siempre interpretar. Su objetivo es abastecer al lector/a  de categorías, visiones, conceptos y sueños que le permitan entender mejor el presente y fundar un compromiso político-transformador que, para él, va en la línea de la tradición socialista, radicalmente democrática y ecológica.

Por eso, cada libro es inspirador y nos revela cómo las preguntas radicales, que los clásicos del pensamiento emancipador y revolucionario plantearon, guardan permanente actualidad. Y muestra cómo pueden ser iluminadoras para tiempos oscuros y de gran indigencia creativa como los actuales.

En todos sus textos se percibe el esprit de finesse, una fe inquebrantable en la dignidad de los oprimidos, en el futuro de la libertad y en la función político-redentora de la tradición libertaria de la modernidad y de la herencia judeocristiana.

Por eso es un compañero fiel de tantos que están en la caminada, en los movimientos sociales como el de los Sin Tierra, en los partidos progresistas y de los militantes de las Iglesias que, en nombre de su fe bíblica, optaron por la liberación de las masas desposeídas. Con todos éstos mantiene una afinidad electiva que funda una verdadera comunidad de destino. Por eso estamos agradecidos a Michael Löwy por habernos brindado su presente libro: Qué es el cristianismo de liberación.

Traducción de Mª José Gavito Milano

 

 

Democratizar la economía – Roberto Sansón Mizrahi  mayo 11, 2018

Filed under: Uncategorized — robertomizrahi @ 8:21 pm
 Es posible democratizar la economía siempre que se logre avanzar sobre lo que sustenta el proceso concentrador. Se requieren cambios de fondo aunque pueden adoptarse medidas específicas que vayan abriendo espacios para una más justa inclusión productiva; entre otras, establecer espacios de negociación para mejorar la distribución de resultados al interior de las cadenas de valor y reforzar entidades que  provean asistencia técnica y financiera de excelencia a emprendimientos de base popular (existentes y otros nuevos que utilicen modalidades de propiedad compartida).

Democratizar la economía implica introducir transformaciones al sistema económico de modo de revertir el actual proceso de concentración de la riqueza y de las decisiones de política económica. Hoy grandes corporaciones, internacionales y locales, hegemonizan el funcionamiento del sistema económico subordinando a los demás actores a sus intereses y conveniencia. Con ello se esteriliza o limita el potencial de desarrollo de la producción nacional con graves efectos sobre el mercado interno, el bienestar de la población y la soberanía decisional. Al concentrarse los ingresos en grandes corporaciones se condiciona severamente la capitalización de empresas pequeñas y medianas y, con ello, su capacidad de invertir para acceder a un sendero con mayor generación de valor y de empleos. Al mismo tiempo, menores o peor pagados empleos afectan el consumo (se reduce la demanda efectiva) y la satisfacción de necesidades populares.

En esas circunstancias crece el endeudamiento de empresas y personas como solución sustituta de corto plazo para compensar la limitación de ingresos genuinos, los cuales sólo aparecerían si se revirtiera el proceso de concentración. Mientras no suceda, el mayor endeudamiento constituye un pingüe negocio para grupos financieros pero no para quienes se deslizan hacia un peligrosísimo sobre endeudamiento. Vale explicitar que uno de los más tremendos mecanismos de apropiación de valor es justamente la sujeción financiera que sufren los actores sobre endeudados.

Varios autores, incluyendo Opinión Sur, han analizado la perversa dinámica de los procesos de concentración, sus efectos e implicaciones. En estas líneas centramos en cambio la atención en algunas medidas específicas que pueden utilizarse para avanzar en democratizar la economía transformando sustentos del proceso concentrador. Entre otras, (i) modificar la distribución de resultados al interior de las cadenas de valor y (ii) asegurar una amplia inclusión productiva de la población económicamente activa fortaleciendo emprendimientos populares existentes y estableciendo nuevos tipos de unidades productivas de base popular (diferentes modalidades de empresas de propiedad compartida). Señalamos que estas medidas significan avances hacia la democratización de la economía porque, para ser plenamente efectivas, necesitan desenvolverse en el contexto de una transformación macroeconómica orientada a asegurar el bienestar general (no favorecer privilegios de minorías), el firme cuidado del medio ambiente y la sustentabilidad de la matriz productiva.      

Modificar la distribución de resultados al interior de las cadenas de valor

En general, las cadenas de valor se estructuran y funcionan de modo de servir principalmente los intereses de las empresas que las lideran. Por cierto existen otras opciones más justas y potentes. Sin embargo, esas mejores formas de estructuración y funcionamiento de las cadenas de valor no emergen espontáneamente sino inducidas, favorecidas y reguladas por un Estado sustentado en nuevas correlaciones de fuerzas sociales y políticas capaces de resistir el poder de imponer que ejercen las empresas líderes. Esto no implica comprometer la viabilidad de las cadenas de valor sino, por el contrario, se robustecen al alinear con equidad los diversos intereses en juego.

Los cambios que se postulan debieran asegurar que todos quienes participan de una cadena de valor se favorezcan con su desarrollo (justa compensación de esfuerzos); que los bienes y servicios producidos no atenten contra un sostenible desarrollo del sistema económico y la salud de su población; que las actividades de toda cadena de valor cuiden del medio ambiente y los derechos laborales.

Habrá que establecer espacios de negociación de precios y condiciones comerciales al interior de cada cadena de valor de modo que no se concentren los resultados en las empresas poderosas sino que los mismos se distribuyan con justicia entre todos los actores que aportan valor a su proceso productivo, pequeños y medianos productores proveedores de insumos y servicios, y el Estado que facilita buena parte de la imprescindible infraestructura social y productiva. Las empresas líderes tendrán que ceder parte de su extraordinaria tasa de ganancia para posibilitar el crecimiento del resto y con ello acercarse a un desarrollo orgánico de la entera cadena productiva. Algunas empresas líderes pueden comprender y adoptar este nuevo paradigma y otras resistirlo. Las primeras perdurarán con la transformación y harán parte de las nuevas eras que la población del mundo reclama; las segundas se verán enfrentadas con perspectivas más y más antagónicas.

Inclusión productiva reforzando emprendimientos populares existentes y estableciendo nuevas unidades productivas de base popular con diversas estructuras de propiedad compartida

Aunque se lo ha instalado en buena parte del imaginario colectivo, es falso que no pueda ofrecerse excelencia productiva y de gestión a quienes han sido siempre postergados. Puede reconocerse que cada transición entraña dificultades pero no cabe ignorar que existen recursos y modalidades organizativas y financieras que permiten incorporar como productores a inmensos segmentos poblacionales sub ocupados o abiertamente desocupados. Es claro que para reorientar y canalizar con efectividad esos recursos es necesario contar con un doble respaldo: firme apoyo político y un comprehensivo sistema de promoción y acompañamiento a la economía de base popular que incluya desarrolladoras y fideicomisos específicos.

Es que los sectores populares que pugnan por incluirse productivamente en el sistema económico hoy deben hacerlo por su cuenta en un contexto de tremenda penuria financiera, tecnológica y de gestión. No disponen de apoyos formales o informales (como los que cuentan las empresas que surgen del riñón de sectores medios altos y altos), y cargan de arranque con la crítica restricción de su pequeña escala.

Salvo excepciones, ¿cómo puede un pequeño emprendedor con escasísimos recursos insertarse en promisorios nichos de mercado, comprar buenos insumos y proveerse de los servicios que requiere, trabajar con una tecnología sencilla pero no rudimentaria y gravosa, defender el precio de lo que produce si no tiene capacidad de negociar mejoras al interior de cadenas de valor en las que su propia actividad es marginal y subordinada a actores de mucha mayor envergadura? ¿Cómo hace un pequeño emprendimiento para encarar obligaciones laborales, permisos, tasas, impuestos y otras obligaciones establecidas para actividades de mayor tamaño y rentabilidad? ¿Cómo podría impedir que su vulnerabilidad lo sitúe como presa fácil de chantajes y coimas por parte de inspectores y oficiales de justicia?

Muy distinta sería su situación si pudiera subir su escala utilizando modernas modalidades organizativas que permiten integrar en emprendimientos de porte medio a quienes hoy sobreviven en meras actividades de subsistencia. Y, como estos emprendimientos no surgen espontáneamente en mercados que les son adversos, cuántas nuevas opciones se abrirían si existiesen desarrolladoras especializadas que acompañasen todo el arduo proceso de promoverlos con el complemento de fideicomisos aportando capitalización inicial y el financiamiento de capital de trabajo. Con esos apoyos se fortalecerían emprendimientos de base popular existentes y se crearían otros nuevos de muy diversa modalidad organizativa; emprendimientos inclusivos como cooperativas de primer y segundo grado; consorcios de pequeños productores para comprar insumos, proveerse de tecnología y comercializar; empresas recuperadas por sus trabajadores; comercializadoras comunitarias; agroindustrias locomotoras de propiedad asociativa que viabilizan la producción de pequeños productores de agricultura familiar; franquicias populares a veces coaligados con un socio estratégico; supermercados comunitarios; núcleos comunitarios de transporte y logística, entre muchos otros.

El sistema de apoyo a emprendimientos de base popular permitiría acceder a factores críticos para cualquier desarrollo corporativo como son excelencia organizativa, tecnológica y de gestión, inserción en promisorias cadenas de valor, contactos y oportunidades comerciales, crédito de corto y mediano plazo, establecer alianzas estratégicas, mantenerse informados de tendencias, oportunidades y riesgos en su sector y en el contexto macroeconómico. Con esto estarán en mejores condiciones para operar exitosamente el proceso de generar y retener valor de modo de poder capitalizarse y sustentarse en el tiempo.

No se completaría la significación y funcionalidad de estos actores económicos si no se señalase un crítico cambio de motivación: su desempeño no se guía por el sólo propósito de maximizar lucros a cualquier costo social y ambiental sino a proveerse de ingresos dignos en actividades que además contribuyan a la sustentabilidad de la economía y el bienestar general. Los actores de la economía popular necesitan promover otros bien diferentes valores que aquellos que suelen primar en los mercados contemporáneos. Saben que no es la codicia, el egoísmo, la voracidad, el destrato a los demás, el puro lucro lo que generará mejores sociedades y que vale sumarse a una lucha cultural que jerarquice valores de responsabilidad con la Madre Tierra y de solidaridad para con los demás. El esfuerzo de asistir a quienes sufren la situación de pobreza perdería su sentido si tan sólo sirviese para generar más actores salvajes que se agregasen al salvajismo que ya existe en los mercados contemporáneos.

 

 

El discurso único – Daniel Rosso mayo 10, 2018

Filed under: Uncategorized — robertomizrahi @ 11:52 am

El discurso único necesita una esfera pública despejada o vacía de relatos con memoria, con argumentos, con datos probados, con capacidad de ampliar la deliberación pública; se inscribe en un proceso estructural de reducción de la pluralidad, de limitación de la libertad de expresión y de ejercicio de la censura.

 

 

Fines y sentido – Francisco

Filed under: Uncategorized — robertomizrahi @ 11:48 am

La humanidad se ha modificado profundamente, y la sumatoria de constantes novedades consagra una fugacidad que nos arrastra por la superficie, en una única dirección. Se hace difícil detenernos para recuperar la profundidad de la vida. No nos resignemos a ello y no renunciemos a preguntarnos por los fines y por el sentido de todo. De otro modo, sólo legitimaremos la situación vigente y necesitaremos más sucedáneos para soportar el vacío.

 

 

Brisas transformadoras – Roberto Sansón Mizrahi 

Filed under: Uncategorized — robertomizrahi @ 11:45 am
Por más que se intente no se logra congelar la dinámica social, la comprensión, el esclarecimiento. En medio de retrocesos y sometimientos emerge la determinación de parar el atropello, de erguirse por sobre la tremenda desazón. Reaparecen brisas transformadoras; vale alentarlas y protegerlas.

 

América Latina, como otras regiones del mundo, sufrió una agresión colonizadora que diezmó poblaciones nativas, destruyó civilizaciones e impuso sus intereses geopolíticos y económicos. Aquellas colonias fueron estructuradas según las conveniencias del poder colonial sometiendo primero por la fuerza y luego culturalmente a los pueblos que poblaban la región. Escribieron la historia desde su perspectiva y valores sepultando las voces y las cosmovisiones de los oprimidos.

Desde aquellos remotos tiempos hubo períodos de libertad e independencia decisional seguidos por retrocesos, gobiernos dictatoriales, pérdidas de soberanía, una diversidad de nuevas formas de sometimiento popular. Es una larga historia de dignidades e indignidades, de compromisos que honran y de sordas cobardías, de una mezcla de generosidades y mezquindades. Se comprende mejor el presente sabiendo de dónde venimos; posibilita enrumbarnos con plena conciencia de riesgos y desafíos hacia una utopía referencial que cuide de la Madre Tierra y nos cobije a todos.

El siglo XXI amaneció con diversas primaveras. Nuevos liderazgos percibieron que había espacios de clamor popular para iniciar otra fase de transformaciones y lo intentaron. Como siempre con aciertos y con errores, con valientes y con traidores. Transformaron lo que pudieron; para algunos mucho, para otros poco. Sin embargo, transformaron lo suficiente como para que los sectores que controlan el poder económico y decisional sintieran amenazadas sus posiciones de privilegio y lanzaran abiertas o encubiertas contra reformas. Las primaveras fueron sacudidas y las voces transformadoras acalladas y desprestigiadas. Los movimientos populares regresaron al llano con deserciones; los oportunistas fueron fácilmente cooptados; viejos fundamentalismos proclamaron una vez más que existe una única verdad, la suya, voceada como innegable, cargada de mentiras, falsedades, intereses encubiertos. Como siempre dos países; el de los dueños (minúscula fracción) y el resto vapuleado, confundido, reprimido, castigado con una impiadosa torrentada ideológica y judicial para ceder derechos esforzadamente conquistados. Los viejos pero maquillados cantos de sirena otra vez explicando que los presentes dolores son inevitables para luego, un indeterminado luego, recuperar el bienestar que hoy se nos roba. Así estamos acercándonos a la tercera década del siglo.

Sin embargo, por más que se lo intente no se logra congelar la dinámica social, la comprensión, el esclarecimiento. En medio de retrocesos y sometimientos emerge la determinación de parar el atropello, de erguirse por sobre la tremenda desazón. Reaparecen brisas transformadoras.

¿Hacia dónde apuntar?

Será necesario pasar de resistir a recuperar derechos, acceder a los gobiernos y desmontar aquello que sustenta el sometimiento económico y cultural. Habrá que ir más allá de sólo reconstruir; toca construir lo nuevo y las condiciones para que nadie pueda, tarde o temprano, imponer otra vez retrocesos.

Los mecanismos que se utilizan para preservar el poder económico y decisional son conocidos aun cuando operen encubiertos. Hacia allí habrá que orientar las estrategias. Tocará transformar la matriz productiva de modo de asegurar un crecimiento orgánico que evite caer en los recurrentes estrangulamientos del sector externo y la subordinación a centros foráneos de decisión. También habrá que robustecer las cadenas de valor estableciendo relaciones de equidad entre grandes empresas que lideran y el resto de la trama productiva, para lo cual será necesario establecer espacios que permitan negociar precios justos y condiciones no abusivas de comercialización. Señalamos que es imprescindible transformar nuestros sistemas tributarios para asegurar una progresividad de la que hoy carecen (deben pagar efectivamente más los grupos y personas afluentes sin que evadan su responsabilidad impositiva); que es necesario reforzar las negociaciones salariales de modo de favorecer los ingresos de los trabajadores; que es crítico establecer emprendimientos productivos de tamaño medio que incluya a trabajadores, pequeños emprendedores y socios estratégicos, para lo cual pueden utilizarse instrumentos como las desarrolladoras de emprendimientos inclusivos y los Fideicomisos Dignidad. Toca acabar con la indigencia y minimizar o eliminar la pobreza. La tremenda desigualdad es inaceptable; sus efectos son demoledores.

Desde lo cultural se juega buena parte del sustento de las transformaciones porque según como fueren moldeadas nuestras subjetividades se reforzarán albedríos esclarecidos o colonizados. De ahí que sea imperioso democratizar voces alejadas de los ecos que reiteran mensajes impostados; en lugar de hegemonías alienantes procurar diversificar aportes y promover contenidos apartados de lo insustancial. Habrá que trabajar duro para desterrar valores de codicia y de indiferencia con los otros, impulsando los que sostengan un accionar responsable, solidario, de acompañamiento a quienes sufren. Las nuevas brisas transformadoras requieren revindicar a los oprimidos, a los castigados de siempre, tendiendo manos, avanzando en esclarecimiento, ampliando convocatorias para construir ciudadanía consciente de derechos y obligaciones, firme y sensible al mismo tiempo.

Las medidas transformadoras necesitan desplegarse atendiendo circunstancias y secuencias sin deslizarse hacia riesgosos voluntarismos. Por el contrario, el esfuerzo debiera movilizar talentos y determinación alterando la correlación de fuerzas predominante; los avances serán frágiles si no se construye el poder que asegure la renovación y sustentabilidad de la marcha social. En esto no hay recetas sino soluciones caso por caso orientando los esfuerzos a liberar aquellas democracias hoy capturadas alejados de cualquier fundamentalismo democrático.

Robustecer organización y esclarecimiento

Una senda transformadora necesita robustas organizaciones sociales y políticas de base popular. Será necesario reforzar organizaciones que conservan credibilidad y establecer otras nuevas que promuevan y defiendan espacios innovadores aun no cubiertos.  No existen coyunturas sociales inmutables sino situaciones que cambian en distintas direcciones y velocidades. La propia dinámica de los procesos sociales exige periódicas revisiones de la acción transformadora.  Esas revisiones se realizan a nivel nacional pero también considerando especificidades sectoriales y territoriales que no pueden ser captadas sino a través de los grupos y personas que las viven. Ellos sabrán implementar en sus espacios las orientaciones transformadoras planteadas a nivel del conjunto social y estarán en condiciones de proponer ajustes y especificidades para asegurarle viabilidad local. De ahí que sea crítico extender de la forma más amplia posible la convocatoria a participar del esfuerzo transformador.

No es un desafío sencillo convocar e integrar en un esfuerzo nacional de transformación a cada vez más grupos y personas; hay mucho y diverso al interior del universo popular. Vale insistir que no se trata de acercarlos sólo para apoyar las ideas de las dirigencias sino también para enriquecer el esfuerzo transformador con nuevas ideas y propuestas en los múltiples frentes y dimensiones de la realidad nacional. Con frecuencia sólo se suele escuchar a quienes son afines a la conducción de las propias organizaciones lo cual deja un enorme potencial desaprovechado y, en no pocos casos, resentidos o frustrados. Es un error a evitar, especialmente cuando comienzan a emerger nuevas brisas transformadoras que requieren ser alentadas y protegidas.

¿Qué canales existen y están disponibles para convocar, escuchar, integrar voluntades en la acción transformadora? Los movimientos políticos o sociales cuentan con militantes que se mueven en sectores y territorios y de hecho son canales de relacionamiento con diferentes estamentos de la población. Son personas encuadradas en los valores, consignas y planteos de los movimientos en los que actúan; conforman un importante canal de convocatoria aunque necesitan ser capacitados en la específica tarea de identificar, receptar, realizar un primer análisis y llamar la atención de sus referentes sobre propuestas de personas o colectivos que existen en su territorio o sector.

Esa capacitación debiera ser de triple vía: aprenden la militancia y los propios capacitadores junto con las bases poblacionales que se ayuda a movilizar. No cabe montar una estructura burocrática sino equipos ágiles, efectivos, respetuosos de la diversidad de perspectivas, con buenos criterios para recoger propuestas, identificar soluciones. Algunas propuestas pueden requerir mejores desarrollos pero, en lugar de descartarlas, vale identificar elementos con los cuales construir. No es sencillo captar la esencia, la motivación profunda, los intereses que anidan en toda propuesta y, sin embargo, es un desafío que debe ser encarado para agregar sustancia y credibilidad al esfuerzo de ensanchar el campo popular.

Alentar y proteger las brisas transformadoras

Sería ingenuo pensar que quienes detentan poder decisional y forzaron retrocesos sociales van a resignar graciosamente sus privilegios. No lo han hecho nunca y es dable creer que tampoco lo harán en esta coyuntura donde brisas transformadoras comienzan nuevamente a levantarse. Por el contrario, en su reciente ofensiva han reestructurado las instituciones existentes para resistir con mejores posibilidades eventuales intentos transformadores. El campo popular necesita aunar fuerzas, erguirse sobre diferencias secundarias para alentar y proteger el cambio de época que se avecina. No sirve la dispersión, los narcisismos, hacer prevalecer intereses personales por sobre los del conjunto social. Habrá que saber discernir responsables de oportunistas, reconocer voces honestas bien diferentes del farfullo de los juglares del egoísmo y la discordia.

Todos, absolutamente todos necesitamos avanzar en esclarecer por qué las cosas suceden como suceden, de comprender las duras consecuencias de los errores cometidos. Es inaudito mantener rumbos que sólo sirven a intereses de estrechas minorías. Como en toda encrucijada toca advertir asechanzas y construir el poder requerido para superarlas. Por ahí germinan las soluciones y crece el sentido de vivir en una democracia cada vez más plena; una democracia de todos y para todos.  En una senda cargada de desafíos, mezquindades y altruismos, es un esfuerzo que honra.

 

 

33 TESIS PARA UNA REFORMA DE LA DISCIPLINA DE LA ECONOMÍA – Rethinking Economics and The New Weather Institute mayo 9, 2018

Filed under: Uncategorized — robertomizrahi @ 8:33 pm

El mundo se enfrenta a la pobreza, la desigualdad, la crisis ecológica y la inestabilidad financiera

Fuente www.rethinkeconomics.org

Nos preocupa que la economía esté haciendo mucho menos de lo que podría para proporcionar intuiciones que ayuden a resolver estos problemas. Esto sucede por tres razones:

Primero, en el seno de la economía se ha desarrollado un insano monopolio intelectual. La perspectiva neoclásica domina de modo abrumador la enseñanza, la investigación, la asesoría política y el debate público. Muchas otras perspectivas que podrían proporcionar intuiciones valiosas se marginan y excluyen. Y esto no tiene que ver con que una teoría sea mejor que otra sino con la noción de que el progreso científico sólo avanza por medio del debate. En el seno de la economía, este debate ha fenecido.

Segundo, aunque la economía neoclásica haya realizado una aportación histórica y todavía resulte útil, hay enormes posibilidades de mejora, debate y aprendizaje de otras disciplinas y perspectivas.

Tercero, la corriente principal de la economía parece haberse vuelto incapaz de autocorregirse, desarrollándose más como fe que como ciencia. Con excesiva frecuencia, cuando las teorías y la evidencia llegan a entrar en conflicto, son las teorías las que se han mantenido y la evidencia la que se ha descartado.

Proponemos estas Tesis como desafío al insano monopolio intelectual de la corriente principal de la economía. Son ejemplos éstos de las fallas en las teorías de la corriente principal, de las intuiciones que tienen que ofrecer las perspectivas alternativas y de las formas en que un enfoque más pluralista puede ayudar a la economía a hacerse más eficaz y democrática. Es una afirmación de que es posible una economía mejor y una invitación al debate.

FINALIDAD DE LA ECONOMÍA 

  1. La finalidad de la economía la ha de decidir la sociedad. Ninguna meta económica puede separarse de la política. Los indicadores de éxito representan elecciones políticas.
  2. La distribución de la riqueza y la renta son fundamentales para la realidad económica y así deberían serlo en la teoría económica.
  3. La economía no está exenta de valores y los economistas deberían mostrarse transparentes acerca de los juicios de valor que hacen. Esto se aplica especialmente a esos juicios de valor que pueden no ser visibles para un ojo inexpero.
  4. La política no ‘nivela’ el campo de juego, pero lo inclina en una dirección. Nos hace falta una discusión más explícita de qué género de economía queremos y de cómo alcanzarla.

EL MUNDO NATURAL

  1. La naturaleza de la economía es que se trata de un subconjunto de la naturaleza, y de las sociedades en cuyo seno surge. No existe como entidad independiente. Las instituciones sociales y los sistemas ecológicos son, por tanto, centrales y no externos a su funcionamiento.
  2. La economía no puede sobrevivir o prosperar sin insumos del mundo natural. O sin los muchos sistemas de soporte vital que proporciona la naturaleza. Depende de un flujo continuo de energía y material y actúa en el seno de una biosfera de delicado equilibrio. Una teoría económica que trate el mundo natural como algo externo a su modelo no puede comprender plenamente de qué modo la degradación del mundo natural puede dañar sus propias perspectivas.
  3. La economía debe reconocer que la disponibilidad de la energía y recursos no renovables no es infinita, y el uso de estas reservas para acceder a la energía que contienen altera los equilibrios de energía agregada del planeta, ocasionando consecuencias tales como los trastornos climáticos.
  4. No se puede ignorar la retroalimentación entre la economía y la ecología. Ignorarla hasta la fecha ha conducido a una economía global que opera ya fuera de los umbrales de viabilidad de la ecología que la alberga, pero requiere mayor crecimiento para funcionar. Pero la economía ha de anclarse en las constricciones objetivas de la ecología del planeta.

INSTITUCIONES Y MERCADOS

  1. Todos los mercados están creados y configurados por las leyes, las costumbres y las culturas y se ven influidos por lo que hacen y por lo que no hacen los gobiernos.
  2. Los mercados son resultado de las interacciones entre diferentes tipos de organismos públicos y privados (además de las del sector voluntario y la sociedad civil). Habría que dedicarle más estudio al modo en que se organizan en realidad estos organismos y a la manera en que funcionan y podrían funcionar las interrelaciomes entre ellas.
  3. Los mercados son también más complejos y menos previsibles de lo que puede implicarse de las simples relaciones de oferta y demanda. La economía necesita una comprensión más profunda de cómo se comportan los mercados, y podría aprender de la ciencia de sistemas complejos, tal como se emplea en la física, la biología y la informática.
  4. Las instituciones dan forma a los mercados e influyen en el comportamiento de los agentes económicos. La economía debe considerar por tanto las instituciones como parte central de su modelo.
  5. Puesto que diferentes economías tienen diferentes instituciones, una política que funciona bien en una economía puede funcionar mal en otra. Por esta razón, entre muchas otras, resulta improbable que sea de ayuda proponer un conjunto universalmente aplicable de medidas políticas económicas que se base únicamente en la teoría económica abstracta.

TRABAJO Y CAPITAL

  1. Se puede mostrar que salarios, beneficios y retornos sobre activos dependen de un amplio abanico de factores, entre ellos el poder relativo de trabajadores, empresas y propietarios de activos, y no simplemente en su aportación relativa a la producción. La economía necesita una comprensión más amplia de estos factores con el fin de informar mejor sobre aquellas elecciones que afectan a la porción de renta recibida por los distintos grupos de la sociedad.

NATURALEZA DE LA TOMA DE DECISIONES

  1. Error, sesgo, reconocimiento de patrones, aprendizaje, interacción social y contexto son todos influencias importantes sobre el comportamiento que no están reconocidas en la teoría económica. La corriente principal de la economía necesita, así pues, una comprensión más amplia del comportamiento humano y puede aprender de la sociología, psicología, filosofía y otras escuelas de pensamiento.
  2. La gente no es perfecta y no es posible la toma de decisiones económicas ‘perfectamente racionales’. Toda decisión económica que tenga algo que ver con el futuro implica algún grado de incertidumbre no cuantificable y requiere, por tanto, tener juicio. La corriente principal de la teoría económica y la práctica han de reconocer el papel de la incertidumbre.

DESIGUALDAD

  1. En una economía de mercado, la gente que dispone de las mismas capacidades, preferencias y dotes no tiende a acabar con el mismo nivel de riqueza, sujeta sólo a una variación aleatoria. Los efectos de pequeñas diferencias en la suerte o las circunstancias pueden llevar aparejados resultados enormemente diferentes para gente semejante.
  2. Los mercados muestran a menudo una tendencia a una desigualdad creciente. A su vez, las sociedades desiguales se desempeñan peor en toda una serie de indicadores de bienestar social. La corriente principal de la teoría económica podría hacer mucho más por comprender de qué modo y por qué sucede esto, y de qué forma puede evitarse.
  3. La proposición según la cual a medida que un país se hace más rico, la desigualdad debe inevitablemente aumentar antes de que caiga, se ha demostrado falsa. Cualquier combinación de crecimiento del PIB y desigualdad es posible.

CRECIMIENTO DEL PIB, INNOVACIÓN Y DEUDA

  1. El crecimiento es una opción política, tanto como económica. Si elegimos perseguir el ‘crecimiento’, entonces las preguntas – ‘¿crecimiento de qué, por qué, para quién, durante cuánto tiempo y cuánto es suficiente?’ – deben responderse de modo explícito o implícito.
  2. La innovación no es externa a la economía, es parte inherente de la actividad  económica. Nuestra comprensión del crecimiento del PIB puede mejorar si contemplamos la innovación como algo que sucede en un ecosistema en desequilibrio en constante evolución, configurado por el diseño de los mercados y por las interacciones entre todos los agentes en su seno.
  3. La innovación tiene a la vez un ritmo y un rumbo. El debate sobre el ‘rumbo’ de la innovación requiere comprender la ‘finalidad’ del diseño de políticas.
  4. La deuda privada también influye profundamente en el ritmo con que crece la economía, y sin embargo queda excluida de la teoría económica. La creación de deuda se suma a la demanda financiada por el crédito, y afecta tanto a los mercados de bienes como al de activos. No se pueden separar las finanzas y la economía.

DINERO, BANCOS Y CRISIS

  1. La mayoría de la nueva moneda que circula en la economía la crean los bancos comerciales cada vez que realizan un nuevo préstamo.
  2. La forma en que se crea el dinero afecta a la distribución de la riqueza en el seno de la sociedad. Por consiguiente, el método de creación del dinero debería entenderse como una cuestión política, no simplemente técnica.
  3. Puesto que los bancos crean dinero y deuda, son agentes importantes en la economía. Y se les debería incluir en los modelos macroeconómicos. Los modelos económicos que no incluyen a los bancos no podrán predecir las crisis bancarias.
  4. La economía necesita una comprensión mejor de cómo se pueden crear internamente la inestabilidad y las crisis en el seno de los mercados, en lugar de tratarlas como ‘shocks’ que afectan a los mercados desde fuera.
  5. La financiarización tiene dos dimensiones: las finanzas cortoplacistas y especulativas, y la economía real financiarizada. Los dos problemas han de estudiarse conjuntamente.

ENSEÑANZA DE LA ECONOMÍA

  1. Una buena formación en economía tiene que ofrecer una pluralidad de enfoques teóricos a sus estudiantes. Ello debería incluir no sólo la historia y filosofía del pensamiento económico sino también un amplio abanico de perspectivas actuales, tales como las institucionales, austriacas, marxistas, postkeynesianas, feministas, ecologistas, y de la complejidad.
  2. La economía misma no debería ser un monopolio. Los cursos interdisciplinarios son claves para comprender las realidades económicas de las crisis financieras, la pobreza y el cambio climático. La política, la sociología, la psicología y las ciencias ambientales deben integrarse, por tanto, en el programa académico, sin que se las trate como adiciones inferiores a la teoría económica existente.
  3. No debería enseñarse economía como un estudio neutral en valores de modelos e individuos. Los economistas tienen que estar versados en ética y política, así como ser capaces de involucrarse de modo significativo con la opinión pública.
  4. Concentrarse abrumadoramente en la estadística y los modelos cuantitativos puede acabar cegando a los economistas frente a otras formas de pensar. Habría que apoyar a los estudiantes para explorar otros enfoques metodológicos, entre ellos la investigación cualitativa, la entrevista, el trabajo de campo y la argumentación teórica.
  5. Por encima de todo, la economía ha de hacer más por alentar el pensamiento crítico y no premiar simplemente la memorización de teorías y la aplicación práctica de modelos. Hay que animar a los estudiantes a comparar, contrastar y combinar teorías, y a aplicarlas críticamente a estudios en profundidad del mundo real.

Fuente www.rethinkeconomics.org

Traducción Lucas Antón

 

 

Paradise Papers y otras filtraciones: ¿puja en el reparto del botín de las guaridas fiscales? – Juan Valerdi 

Filed under: Uncategorized — robertomizrahi @ 8:30 pm

Este artículo expone un posible hilo conductor entre filtraciones de datos relacionadas con las guaridas fiscales: una pugna de poder entre las principales potencias financieras sobre la porción a controlar de los recursos que administran esas guaridas fiscales.

 

La reciente publicación en diversos medios mundiales de los llamados “Paradise Papers”[1], una nueva filtración de datos sobre las cuentas y operaciones realizadas en los llamados Tax Havens o Guaridas Fiscales, ha vuelto a poner el foco sobre un tema de central relevancia geopolítica. Esto ocurre cuando el interés público y de los medios estaba en franca decadencia respecto de esta cuestión habiendo pasado ya más de un año y medio de la publicación de los “Panamá Papers” [2].

El presente artículo intenta exponer un posible hilo conductor entre varias filtraciones de datos relacionadas con las guaridas fiscales, actores claves en facilitar y articular a escala global la evasión y elusión fiscal, el lavado de activos y la fuga de capitales, con cantidad de países y poblaciones severamente perjudicadas y unas pocas personas y empresas beneficiadas.

El autor sostiene una visión un tanto escéptica respecto de la existencia de un filtrador de datos de carne y hueso en estas últimas dos filtraciones mencionadas y que su identidad se mantendría en el anonimato por cuestiones ligadas a su seguridad personal, entre otras. Estimamos que puede aventurarse una estrategia subyacente sin apelar a teorías conspirativas centrando el foco sobre el verdadero objeto de discusión y puja por los fondos billonarios que manejan las guaridas fiscales. Porque cuando hablamos de niveles de magnitud de riqueza e información sensible no estamos hablando sólo de dinero sino de algo mucho más relevante, de poder. Por eso pensar que las filtraciones anónimas ligadas a las guaridas fiscales y difundidas por el consorcio internacional de periodistas ICIJ[3], son originadas en empleados descontentos o con remordimiento de consciencia o fondos buitres buscando cuentas de testaferros de presidentes o políticos suena un tanto inocente, como mínimo. Es por ello que el autor intentará exponer una explicación que incluye muchos datos y algún componente especulativo pero que se centra en el factor poder y no en la debilidad humana, la corrupción o el arrepentimiento, fuerzas no menores pero no siempre tan relevantes como aquel factor.

Los “Paradise Papers” y sus diferencias con algunas filtraciones previas

Por razones de extensión solo es posible reseñar en este artículo algunas de las últimas filtraciones de información ligadas a las guaridas fiscales, tomando aquellas de mayor relevancia y que tienen algún vínculo con las hipótesis y datos expuestos.

Las filtraciones tienen distintos orígenes y tipología de sujetos afectados de acuerdo a quien es la empresa proveedora de servicios de cuya información ha sido objeto el robo y posterior filtración. Así tenemos por ejemplo la llamada “Lista Falciani” que fue información del HSBC sucursal Suiza obtenida por el empleado informático de esa sucursal Hervé Falciani con apoyo del servicio secreto de algún país no identificado[4] y que el propio Falciani entregó en 2009 a las autoridades de Francia y luego España. Las autoridades tributarias de USA hacía tiempo se encontraban presionando a Suiza, sin éxito, para que entregase datos de ciudadanos estadounidenses con cuentas en ese país, esto en el marco de una investigación por el gigante suizo UBS como facilitador de fuga de capitales de USA hacia cuentas secretas no declaradas. Luego de la filtración de la “Lista Falciani”, las negociaciones sufrieron un cambio radical a favor de la obtención del permiso del gobierno Suizo para que los bancos de ese país envíen datos de cuentas secretas ante requerimientos del Departamento de Justicia de los Estados Unidos.[5]

Posteriormente, en noviembre de 2014, tenemos el caso de los llamados “Lux Leaks”, una filtración basada en el robo de datos de Price Waterhouse & Coopers (PWC) una de las llamadas “Big Four”[6] o más importantes firmas de auditoría contable del mundo. Los datos fueron sustraídos por parte de dos empleados y difundidos por el consorcio ICIJ. Esta filtración dio en el corazón de multinacionales ya que mostraba fundamentalmente como estas se las arreglaban para no pagar impuestos en ningún país mediante maniobras con acuerdos secretos con el gobierno de Luxemburgo, otros países europeos y las guaridas fiscales. Los dos ex empleados de PWC fueron sentenciados a 9 y 12 meses de prisión por la justicia Luxemburguesa en 2016.[7] Esta filtración no tuvo difusión pública comparable a las de “Panamá” o “Paradise” a pesar que las sumas en juego y los protagonistas tenían una escala muy superior ya que se trataba de las multinacionales más importantes del mundo y no de un conjunto de políticos corruptos o famosos deportistas y estrellas evasores. Organizaciones internacionales como Global Financial Integrity (GFI) estiman que solo del 3 al 5% de los fondos administrados por las guaridas fiscales surgen de la corrupción política, un 30% de actividades criminales (narcotráfico, trata, contrabando de armas y demás) y los dos tercios restantes son fondos de las multinacionales por fuga de capitales y evasión/elusión fiscal[8].

Llegamos entonces finalmente a los “Panamá Papers” con una filtración masiva de datos del estudio de abogados “Mossack Fonseca” con sede central en Panamá y operaciones en gran parte de las jurisdicciones de las guaridas fiscales. La difusión de esta filtración se realizó desde la ICIJ y en este caso el proveedor quedó en el anonimato. Los datos se centraban fundamentalmente en formas societarias de bajo costo de armado y administración; digamos que se trataba de “el Mc Donalds” de las sociedades de guaridas fiscales, no solo por la rapidez, facilidad y libertad de acceso a sus servicios sino también porque Panamá es un centro de operaciones de guaridas fiscales ligado a la zona de influencia de USA. Sin embargo en los “Panamá Papers” hubo dos grandes diferencias con las filtraciones antes mencionadas en este artículo; no había grandes multinacionales, debido a que estas demandan servicios mucho más sofisticados que los que puede proveer Mossack Fonseca y, además, lo hacen en estudios de abogados, bancos y firmas de auditoría con ingreso mucho más restringido. Señalamos entonces que, siguiendo con el paralelismo gastronómico, los “Paradise Papers” son entonces una puesta al desnudo de los clientes de una exclusiva y muy cara red de restaurants refinados y con derecho de admisión exigente, no solo en el costo. Esta parte de la red de guaridas fiscales expuesta en los “Paradise Papers” es llamada “El Círculo Mágico” y, a diferencia de la zona de influencia de USA sobre el Mc Donalds Panameño, este “Círculo Mágico” representa al corazón de la zona de influencia de la City de Londres y por ende de Su Majestad; tanto es así que en esta filtración figuran datos correspondientes a la administración de fondos de la propia familia real de la corona Inglesa.

Vale explicitar un llamativo dato adicional respecto de la difusión de los “Panamá Papers” en cuanto al rol de ICIJ. El CEO de ICIJ al momento de la difusión de esa filtración masiva de noviembre de 2014 fue desplazado menos de un mes después (luego de detentar siete años ese puesto) por un nuevo CEO[9]cuya carrera se había desarrollado en CNN Internacional y Reuters. Llama la atención que justo unos días después de difundir una de las filtraciones de mayor impacto mediático ICIJ cambiara de capitán. Por otro lado los criterios de manejo de la información y “gobierno” de ICIJ no son tan transparentes como podría esperarse de un consorcio que justamente aboga por la transparencia; no es un grupo de periodistas de acceso libre sino limitado y tampoco está claro el criterio de ingreso ni quienes lo deciden.

El caso Apple/Irlanda, puja entre Unión Europea y Departamento del Tesoro de USA. Los curiosos “Bahamas Papers” y las tenencias de bonos del Tesoro en guaridas fiscales

Como derivación de las investigaciones de la Comisión Europea sobre maniobras de evasión y elusión de impuestos por parte de multinacionales, y teniendo muy importantes datos gracias a las filtraciones de los “Lux Leaks” de fines de 2014, la Comisión de Defensa de la Competencia (CDC) de la Comisión Europea realizó varios procesos contra multinacionales. Uno de ellos determinó que Irlanda se había excedido en las ventajas fiscales otorgadas a la multinacional Apple y que los desproporcionados beneficios no eran aceptables en el marco de la legislación de la Unión Europea. Por ello, según hizo público el 30 de agosto de 2016, instó al Gobierno Irlandés a cobrar la suma de 13 mil millones de euros más intereses a la empresa Apple dado que eran  derivados de excesos en beneficios fiscales entre 2003 y 2014.[10] Los excesos llevaban a tal nivel de despropósito que las tasas efectivas de impuesto pagadas por la multinacional eran del 1% en 2003 y del 0,005% en 2014, siendo que la supuesta tasa de impuesto a las ganancias de empresas de Irlanda era del 12,5% para este último año y valores superiores antes.

El Tesoro de los Estados Unidos se expidió oficialmente el 24 de Agosto de 2016[11], seis días antes de hacerse pública la decisión de la Comisión de Defensa de la Competencia mencionada en el párrafo anterior. En esta comunicación oficial relacionada con pujas tributarias por multinacionales, el Tesoro ya se manifestaba en contra de las acciones de la CDC de la Comisión Europea sugiriendo que se estaba excediendo en sus atribuciones tratando de convertirse en una “autoridad de impuestos supranacional”.

En estos cruces entre la CDC de la Comisión Europea y el Tesoro de los EEUU puede verse una clara puja por recursos y defensa de intereses; sin embargo hay dos componentes adicionales que deseo destacar y que podrían relacionarse con esta puja. Primero uno al parecer menor pero que denota una rara casualidad. En Septiembre de 2016 pocos meses después del lanzamiento mundial de los “Panamá Papers” surgió otra filtración derivada de ésta que no parecía aportar gran cosa adicional y tuvo una casi nula repercusión pública, se trataba de los “Bahamas Papers”. Sin embargo no habiendo pasado un mes de la puja descripta en el párrafo anterior esta filtración dejaba en evidencia a una funcionaria de Comisión Europea que había sido casualmente la Comisionada anterior de la CDC y había tenido un cargo en una empresa de guarida fiscal sin declararlo ante las autoridades[12]. Esta filtración también fue difundida por el consorcio ICIJ.

La otra cuestión relevante que el autor ha descubierto y no ha visto mencionada en ningún artículo relacionado con guaridas fiscales o Irlanda, viene a aportar un poco más de luz sobre el interés del Tesoro de los Estados Unidos respecto del caso de Apple e Irlanda. Dado que las multinacionales que utilizan los servicios de las redes de guaridas fiscales evitan pagar impuestos en todo el mundo incluido USA, ¿cómo se entiende que el Tesoro de ese país vele con tanto celo respecto de las normas que aplica la Unión Europea para sancionar los abusos? Pues ocurre que hay un país en que las empresas con domicilio legal declarado han acumulado entre 2002 y 2017 la suma de USS 300 mil millones en bonos emitidos por el Tesoro, pasando de no figurar en el ranking de tenedores extranjeros en 2001 al tercer puesto en 2017; este país es Irlanda y se encuentra por debajo tan solo de China y Japón en ese ranking, pasando de USS 7 mil millones en el año 2002 a USS 310 mil millones en 2007. Pero si miramos el resto de los mayores domicilios del ranking veremos a otros domicilios de la red de guaridas fiscales que son destino de los bonos del Tesoro de USA: Islas Cayman en quinto puesto, Suiza en el sexto y Luxemburgo en el octavo puesto, casualmente el país protagonista de los “Lux Leaks” que fue una filtración “no anónima” ligada a las multinacionales más poderosas del mundo.[13] Cabe mencionar que en diciembre del año 2002 la totalidad de bonos del Tesoro de EEUU en manos de extranjeros sumaba USS 1,2 Billones (trillons en inglés) y para septiembre de 2017 se había quintuplicado llegando a USS 6,3 Billones.

Conclusiones

Las filtraciones “Paradise Papers”, “Panamá Papers” y “Bahamas Papers” parecen formar parte, para el autor, de una puja de poder que se materializa en la porción que le toca a las principales potencias financieras del mundo respecto de la torta que administran las guaridas fiscales. Sin duda las guaridas fiscales gozan aún no solo de buena salud sino que además la OCDE y el G20 han impuesto medidas que les proporcionan un “lavado de cara” para permitirles funcionar como engranaje clave en la financiarización mundial de la economía. En concreto esa red de guaridas fiscales ha sido históricamente desarrollada y administrada por el Reino Unido y en particular por bancos internacionales e instituciones de la City de Londres, con una expansión fuerte desde la segunda guerra mundial y explosiva desde la liberalización financiera impuesta por el consenso de Washington en los años 80 y 90. Los bancos e instituciones de los Estados Unidos han ido compartiendo el protagonismo en la red de guaridas fiscales y el Tesoro colocado deuda en cantidad en tenedores declarados en esas jurisdicciones. Desde 2008 parece haber llegado el momento de definir un nuevo reparto de las porciones entre estos dos miembros de la “Hermandad Anglosajona” y seguramente China este reclamando una porción acorde a su poderío industrial y militar. Tomar a la red de guaridas fiscales como errores, accidentes o fallas del sistema financiero mundial solo puede ser un acto de inocencia, miopía o complicidad; no considerar el factor poder limitando el análisis a cuestiones normativas, declaraciones de intenciones o manifestaciones de impotencia y falta de coordinación es una postura similar. También los es el esperar o sugerir que el “problema” de las guaridas fiscales será “resuelto” por instituciones como OCDE y el G20 que están dominadas por los principales beneficiarios de los fondos que las guaridas administran. Las filtraciones anónimas parecen representar más movimientos de artillería entre aspirantes a obtener una mayor porción de recursos que eventuales golpes a la red de guaridas fiscales; y es muy probable que sigan siendo parte de las noticias aunque la gente comience a acostumbrarse y cada vez les preste menos atención.

 

[1] Los llamados “Paradise Papers” se difundieron mundialmente a principios de noviembre de 2017.

[2] Los llamados “Panamá Papers” se difundieron mundialmente a principios de abril de 2016.

[3] ICIJ International Consortium of Investigative Journalists www.icij.org

[4] Así lo relata el propio Falciani en su libro: “La caja fuerte de los evasores”, autores: Hervé Falciani y Angelo Mincuzzi. Mayo 2015.

[5] Falciani se encuentra con pedido de captura de Suiza y exiliado en España después de haber colaborado con las autoridades judiciales y tributarias de Francia y haciéndolo en la actualidad con las autoridades españolas.

[6] Las “Big Four” de auditoría y contabilidad son las cuatro firmas internacionales líderes: KPMG, Deloitte, PwC y Ernst & Young.

[7] Las sentencias fueron mínimas gracias a la fuerte presión de las ONGs internacionales relacionadas con la equidad fiscal.

[8] Ver artículo de Raymond Baker, presidente de GFI en: http://www.gfintegrity.org/press-release/fix-global-shadow-financial-system/

[9] Ver artículo de nombramiento de Peter Bale como CEO de ICIJ el 2 de diciembre de 2014 en reemplazo de William Buzemberg en: https://www.publicintegrity.org/2014/12/02/16342/peter-bale-named-new-head-center-public-integrity

[10] Ver el parte de Prensa en: http://europa.eu/rapid/press-release_IP-16-2923_en.htm

[11] Ver página 9 del documento oficial del Tesoro de los EEUU en  https://www.treasury.gov/resource-center/tax-policy/treaties/Documents/White-Paper-State-Aid.pdf

[12] Se trata de Neelie Kroes ex Vicepresidenta de la Comisión Europea y ex titular de la CDC.

[13] Las tenencias de bonos del Tesoro de los EEUU declaradas en jurisdicciones extranjeras pueden verse en la publicación oficial http://ticdata.treasury.gov/Publish/mfh.txt  para los años 2016/2017 y en http://ticdata.treasury.gov/Publish/mfhhis01.txt  para los años 2000/2016.

 

 

El problema no es la robotización sino quienes se apropian de sus resultados – Roberto Sansón Mizrahi 

Filed under: Uncategorized — robertomizrahi @ 1:47 pm

Hay quienes presentan la robotización como el conflicto del futuro: trabajadores versus máquinas. Grotesco error o deliberado intento de desviar la mirada de la pugna de intereses que se reproduce con la robotización. La robotización puede y debe encauzarse mejor (por ejemplo, aportando a la generación de otros empleos para sustituir a los que se eliminan) pero no es, de por sí, un hecho deplorable. Lo deplorable es que las ganancias extraordinarias que genera sean apropiadas por un puñado de grandes corporaciones y no por las sociedades que, de una forma u otra, hacen posible el desarrollo laboral, comercial, científico y tecnológico que sustenta la robotización.

La robotización es un tema amplio y complejo. En estas líneas abordamos algunos de sus aspectos principales ofreciendo una visión sobre lo que aporta la robotización, quienes se perjudican con ella, quiénes se apropian de sus resultados y cómo convendría encararla si el propósito fuera asegurar equidad y promover un desarrollo sustentable.

Qué aporta la robotización

El proceso de automatización con robots tecnológicos da paso a una profunda transformación productiva: permite mejorar procesos productivos aumentando su velocidad y controlando eventuales errores, reduce los riesgos de realizar tareas repetitivas o peligrosas, permite alcanzar mayores logros que los obtenibles utilizando solamente la habilidad de las personas.

Este reemplazo de fuerza laboral por robots tecnológicos produce una diversidad de efectos económicos. Uno de ellos es que incrementa la productividad del trabajo ya que se obtienen iguales o mejores resultados con menor fuerza laboral. Desde el punto de vista corporativo se reemplaza “costo” laboral por costo de maquinaria con el ánimo de lograr aumentar o, como mínimo sostener, su tasa de ganancia. El impacto humano que causa desplazar trabajadores no suele condicionar, menos aún doblegar, el permanente afán de maximizar resultados (hay, por cierto, honrosas excepciones).

Los sectores con mayor grado de robotización incluyen al automotriz, la electrónica, la metalurgia y la fabricación de maquinarias; también crece su utilización al interior de los hogares y como apoyo a la actividad médica, legal, contable y de otras profesiones.

Quiénes se perjudican y quiénes se favorecen

En primera instancia se perjudican los trabajadores que son reemplazados por robots tecnológicos y, si no se actuase sobre cómo se distribuyen y aplican los resultados de la robotización, ese impacto lejos de ser compensado aceleraría el proceso de concentración del poder económico y decisional. De no existir políticas y regulaciones que reasignen los resultados de ese tremendo salto tecnológico, los efectos pueden afectar seriamente al planeta y sus habitantes.

Lo que debiera quedar claro es que no hay una sola forma de robotización como, una vez más, se nos quiere hacer creer. La robotización no es tan sólo un proceso de técnicas ingenieriles sino también, y más importante, una construcción social; como tal, puede desplegarse de muchas maneras en función de la correlación de fuerzas que predomine en el mundo y en cada sociedad.

Por otra parte, el proceso de robotización no se inicia en las últimas décadas sino mucho antes; lo que ocurre es que se ha acelerado enormemente al impulso del desarrollo científico y tecnológico. Este particular tipo de desarrollo tecnológico ha sido en buena parte orientado por el afán de lucro de quienes disponían y disponen del financiamiento para sostenerlo. Sin embargo, lo dramático es que una enorme mayoría de los avances en investigación básica y aplicada fueron y siguen siendo financiados con recursos públicos que administra el Estado. Un Estado al que el poder económico concentrado condiciona y con frecuencia controla; de tal forma lo hace que logra finalmente apropiarse de los principales resultados del desarrollo científico y tecnológico que la sociedad toda financia. Si a esto agregamos que grandes corporaciones practican extendidamente la evasión o elusión tributaria, con lo cual el resto de contribuyentes carga con el mayor peso tributario, queda clara la inequidad social que está en la base del proceso concentrador contemporáneo. Se estima que grandes corporaciones evaden 500 mil millones de dólares en impuestos cada año (ver cita en Sección Reflexiones).

O sea, el efecto de la robotización será uno u otro según el contexto socio-político en el que se desarrolla; una obviedad que se procura enmascarar desviando las miradas hacia una supuesta lucha de los trabajadores contra las máquinas. Es cierto que hay una lucha de intereses pero esa pugna se da entre actores sociales y no de las personas contra las máquinas.

En el actual sistema económico la robotización favorece y refuerza al poder concentrado; algunas corporaciones se vuelven más eficientes, reducen costos y aumentan sus tasas de ganancia. En ese segmento del aparato productivo se beneficia una fracción de trabajadores que tiene la capacidad de conducir, administrar y asegurar el mantenimiento de máquinas y procesos productivos. Su productividad crece y con ella la posibilidad de acceder a mejores remuneraciones. Se produce una creciente diferenciación entre trabajadores mejor compensados y aquellos que no acceden a los sectores con creciente productividad. Si esto no se compensa, como se propone en las líneas que siguen, la robotización acentuará cada vez más las desigualdades existentes.

Cómo encarar la robotización en el contexto de asegurar equidad y desarrollo sustentable

Si los objetivos que adopta una sociedad apuntasen a asegurar equidad y desarrollo sustentable, debieran redistribuirse con justicia y efectividad los resultados derivados de la robotización. Hay muchas formas de hacerlo y cada país puede escoger la modalidad que prefiera.

Una opción es imponer un tributo a las ganancias extraordinarias generadas por la robotización. El mismísimo Bill Gates adhiere a esta posibilidad: “Hoy el trabajador que cobra 50.000 dólares en una fábrica paga un impuesto por su rendimiento del trabajo, paga a la Seguridad Social y a otras agencias. Si un robot viene y hace lo mismo, cabría pensar que gravaríamos igual a un robot”. Señala que la robotización acrecentará la productividad y las ganancias de una empresa sin que esa mayor riqueza se distribuya espontáneamente con justicia. Gates asigna a los gobiernos la responsabilidad de establecer impuestos para redistribuir, aunque sea solo en parte, los frutos del progreso tecnológico. Advierte que si no se actuase con este tipo de medidas, los dueños de las máquinas serán cada vez más ricos y los trabajadores a su vez más pobres.

Otra perspectiva reconoce que impuestos a la robotización son difíciles de implementar por lo que sugieren que lo mejor es asegurar un efectivo pago del impuesto a las ganancias desmontando los mecanismos de evasión y elusión tributaria utilizados por grandes corporaciones, adicionando además un impuesto por ganancias extraordinarias.  

Publicaciones como The Economist analizan incluso otras modalidades impositivas en lugar de tributos directos a la robotización como impuestos progresivos sobre la riqueza (no sólo sobre las ganancias), un impuesto que grave la propiedad de la tierra y luchar contra los paraísos/guaridas fiscales. También plantea regular e incluso desmontar los monopolios digitales.

En cualquiera opción un crítico elemento refiere a cómo asegurar que los recursos así recaudados puedan efectivamente orientarse a generar nuevos empleos para los trabajadores desplazados por la robotización pero también para enormes segmentos que no acceden a empleos dignos. Quienes controlan los mercados no suelen encarar esos desafíos sino que aprovechan el incremento de productividades para acrecentar sus propias tasas de ganancia.

De nuestro lado advertimos que el particular rumbo y forma de funcionar impuesto al mundo es lo que genera los mayores problemas contemporáneos que son, por tanto, de naturaleza sistémica y están anclados en poderosos intereses muchos de ellos antagónicos De ahí que una tributación justa y progresiva según ganancias y patrimonios debiera incluirse en una más amplia batería de medidas complementarias orientadas al bienestar general y el cuidado del Planeta. El perfil de ese conjunto propositivo tendría en cuenta, entre otras, importantes cuestiones como las siguientes.

  • Eliminar la evasión y la elusión impositiva de grandes corporaciones y familias afluentes con una doble acción: a nivel local ejerciendo a pleno la autoridad recaudadora y a nivel global logrando consistencia entre regímenes tributarios y eliminando las guaridas fiscales.
  • Establecer impuestos compensatorios por reducción de personal de grandes empresas.
  • Conformar mecanismos e instrumentos para canalizar recursos hacia la generación de empleos en sectores promisorios menos propensos a la robotización, como ser regímenes impositivos, laborales y crediticios diferenciados para emprendimientos populares y las pequeñas empresas, así como los fideicomisos Dignidad que propone Opinión Sur.
  • Aprobar reformas impositivas que graven a los afluentes y reduzcan la carga impositiva para sectores populares; esto es, priorizar tributos a ganancias, patrimonios, movimientos especulativos del capital financiero, regalías por explotación de recursos naturales, desgravando el consumo popular y aumentando impuestos al consumo conspicuo.
  • Ayudar a establecer salarios compensatorios alterando la proporción de los ingresos que obtienen los dueños del capital en favor de los trabajadores y, cuando fuere posible, incluyendo participación accionaria de los trabajadores.
  • Incorporar una mayor reducción de las jornadas laborales.
  • Establecer una asignación universal o asignaciones específicas para sectores vulnerables que aseguren la cobertura de necesidades sociales básicas.
  • Robustecer las cadenas de valor asegurando equidad con mecanismos de negociación de precios y condiciones de comercialización entre grandes empresas y todo el resto de la trama productiva que lideran.
  • Transformar la matriz productiva de nuestros países asegurando su crecimiento orgánico de modo de evitar recurrentes estrangulamientos del sector externo y la subordinación a centros foráneos de decisión.
  • Dado que la tendencia apunta a que robots y máquinas se harán cargo de un número cada vez mayor de tareas, habrá que repensar el sistema educativo y los centros de formación profesional para valorizar los aportes que seguirán ofreciendo los seres humanos, reforzar su dignidad, autoestima y permanente búsqueda de significación.

Vale cerrar estas líneas insistiendo que la robotización no surge de la nada ni se inserta en espacios vacíos sino que hace parte de procesos concentradores que es necesario transformar. De ahí que, si bien existen medidas específicas relacionadas con la robotización que pueden ser adoptadas, no se debe perder de vista que esas medidas seguirán estando condicionadas por un desfavorable contexto. Para transformarlo habrá que alterar la presente correlación de fuerzas sociales, un esfuerzo que abarca varias dimensiones entre las que destacamos el estratégico papel que juega desarrollar cada vez más efectivas organizaciones sociales volcadas a la política y un constante avanzar en esclarecimiento acerca de lo que sucede/nos sucede y por qué y cómo ocurre lo que está aconteciendo en los tiempos presentes.