Un país para todos

Entre la autoregulación y el dirigismo abril 28, 2009

Filed under: Uncategorized — unpaisparatodos @ 6:47 pm

Si bien las condiciones para que se produzca una crisis derivan de una estructura socio-económica signada por la concentración de la riqueza, los desajustes resultantes podrían amenguarse aún sin afectar la composición de esa estructura (y en algunos casos hasta resolverse), si las medidas que se adoptasen a nivel de funcionamiento de la economía contrarrestasen los efectos estructurales.

Lo que está claro es que si a una estructura viciada de concentración se le sumase una forma de funcionar incapaz de contrarrestar los efectos desestabilizadores, crisis como la que estamos atravesando en casi todo el mundo se tornan inevitables.

Dado la diversidad y complejidad de las variables que inciden sobre el funcionamiento del sistema económico hay quienes consideran que su administración a largo o mediano plazo es impracticable mientras que otros piensan lo contrario.

Por mi parte observo que existen mecanismos sistémicos de autoregulación para encarar desajustes menores o medianos producidos por ciertas combinaciones de estructura y de forma de funcionar, pero todo parece indicar que los desajustes mayores rebalsan la capacidad de autoregulación. Mientras que el sistema económico podría endógenamente ajustar los múltiples pequeños desvíos, es difícil negar que se requieren decisiones exógenas a la economía para superar severas disfuncionalidades y asegurar un buen funcionamiento sistémico. El piloto automático sirve para algunos tramos de la trayectoria pero, cuando en momentos críticos o de turbulencia se imponen importantes cambios estratégicos, necesitamos acudir a nuestro liderazgo para ajustar y luego sostener el rumbo.

Cómo ejercerlo, cómo encarar con efectividad las críticas decisiones estratégicas es algo complejo que requiere de conocimiento, experiencia, temple, una apropiada correlación de fuerzas sociales y apego a ciertos valores que definen nuestra humanidad. Tema por cierto abierto, como son múltiples las opciones que se abren frente a nosotros en cada una de las circunstancias de la vida.

Roberto Sansón Mizrahi
© copyright Opinión Sur, 2009

 

Crisis: concentración del ahorro y especulación financiera

Filed under: Crisis Internacional — unpaisparatodos @ 6:22 pm
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En un proceso de crecimiento con alta concentración del ingreso los sectores que se benefician acumulan enormes excedentes financieros que requieren ser reciclados. Se procura colocarlos en inversiones financieras o de la economía real para, dados ciertos niveles de riesgo, obtener el mayor rendimiento posible.

El proceso concentrador reduce las oportunidades de buenas inversiones en la economía real y en cambio da lugar a inversiones financieras de carácter especulativo, entre otras, colocaciones para financiar el consumo de amplios sectores poblacionales más allá del nivel permitido por sus ingresos genuinos. El sistema financiero desarrolla sofisticados productos que absorben los excedentes a ser reciclados obteniendo en el proceso altos retornos.

Para captar los recursos excedentarios los operadores financieros deben competir entre sí en términos de rentabilidades ofrecidas ponderadas por el riesgo inherente a cada transacción. Los mayores retornos se logran con audaces ingenierías financieras que se presentan con un cierto encubrimiento de los riesgos implícitos, como ocurrió con los prestamos hipotecarios “subprime” y las tarjetas de crédito. Una entidad crediticia coloca créditos hipotecarios en sectores poco solventes, los agrupa y los vende a otras entidades de mayor nivel. Éstas juntan varios de esos paquetes de préstamos y, en base a su propia credibilidad, los venden a su vez a inversores institucionales como fondos de pensiones, compañías de seguros y bancos de inversión.

De este modo se disimula el verdadero riesgo crediticio, que sigue siendo el de los muy poco solventes tomadores originales, al tiempo que se diluyen responsabilidades a través de complejas cadenas de derivación. Emerge una burbuja especulativa que, cuando alcanza el límite de su posible expansión, estalla con las duras consecuencias que sufrimos estos días. El crecimiento concentrador sigue siendo quien genera las condiciones para la aparición de la crisis, pero el detonante de turno resulta ser así el irresponsable manejo financiero.

Roberto Sansón Mizrahi
© copyright Opinión Sur, 2009
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