Griegos y el resto de europeos encaran serios desafíos. Los latinoamericanos podemos compartir nuestra experiencia con crisis que parecen ser terminales. El pánico colectivo que esas crisis suscitan es quizás el más peligroso de sus efectos: nubla nuestro pensar, genera estampidas e induce decisiones y conductas auto-destructivas. La angustia y el miedo nos hace refugiarnos en algún rincón «hasta que pase el huracán» dejando desprotegido el campo que sembramos, la misma casa que habitamos.
Cuidado por que otros operan durante el huracán. Hay cuervos que se apropian de indefensos activos sin remordimiento alguno. Lo hemos sufrido en las muchas crisis que nuestros países del Sur atravesaron y sus efectos han sido demoledores. En esos cortos períodos de extrema turbulencia es impresionante la cantidad de activos que cambian de manos a precio vil. Alerta, que mientras muchos se esconden los cuervos arrasan.
Los propios errores y la conjunción de circunstancias adversas generan costos inevitables; las responsabilidades de cada quien deben ser asumidas. Pero esto no puede trasladarse sobre las espaldas de los más débiles y vulnerables. Habrá que poner el hombro y trabajar duro pero aquellos que condujeron a la crisis y quienes lucraron mientras germinaban los problemas tienen una cuota de responsabilidad mayor que el ciudadano común; debieran asumir un mayor peso que los demás. Si bien hay personas y corporaciones afluentes que honrarán con dignas conductas su nombre y los privilegios logrados, habrá otras que procurarán transferir sus responsabilidades y aprovecharse de los caídos.
Los cuervos no portan nacionalidad; ya verán como se activan las transacciones que emergen de los llamados paraísos fiscales. En esas cuevas anidan los más peligrosos y siniestros personajes; ¡irán por ustedes!
No es tiempo de lamentos sino de unirse y enfrentar a pie firme los desafíos, inesperados para muchos y anticipados por otros: quienes nos advertían y no escuchamos, pero también los que lucraban con la trayectoria escogida y aquellos que se preparaban para el ataque que están prontos a culminar.
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