Un país para todos

¿Quién organiza el sistema económico? agosto 30, 2013

Filed under: Uncategorized — unpaisparatodos @ 5:10 pm
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El capitalismo como hoy lo conocemos ha provocado avances y también tremendos impactos negativos: fuerte extracción de valor por sectores minoritarios, desigualdad y conflictividad social y entre países, deterioro ambiental, recurrente inestabilidad sistémica, consumismo irresponsable, sistemas delictivos agravados, migraciones no deseadas, concentración mediática, manipulación del sistema democrático con graves secuelas en cuanto a representatividad y gobernabilidad, prevalencia de valores de codicia y ninguneo de los otros, alienación y pérdida de sentido existencial, para nombrar algunos de los más importantes. Esas consecuencias negativas del funcionamiento del capitalismo concentrador hacen parte de las llamadas “externalidades”, quizás no deseadas pero que se desprenden, o son previsibles resultados, de esa particular forma de funcionar.

Para encarar esas externalidades no deseadas se han desplegado muy diversos esfuerzos intentando contener los aspectos más “salvajes” del capitalismo contemporáneo, de una forma u otra ligados a su naturaleza concentradora. Se habla entonces de un desarrollo sustentable, un desarrollo con rostro humano, un capitalismo inclusivo, un capitalismo responsable y hasta de un capitalismo socialista (para poder integrar a China dentro de la familia de capitalismos). Son intentos valiosos orientados a ajustar una trayectoria que para favorecer a ciertas minorías pone en riesgo la suerte del planeta todo. No pudieron, sin embargo, transformar un hecho esencial del capitalismo, cual es que el capital termina siendo el organizador en su propio beneficio del sistema económico global y de los sistemas nacionales. El capital concentrado detenta el suficiente poder para incidir de una forma determinante sobre la política y los gobiernos, así como sobre los valores sociales y los mecanismos que los imponen (medios de comunicación, sistema educativo, usinas de pensamiento estratégico, entre otros). Esto se agrava cuando un segmento del capital, el capital financiero, en buena parte parasitario en el sentido que no genera sino extrae valor, desplaza al capital productivo del timón del sistema económico y político.

 

Roberto Sansón Mizrahi

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El sustento de la dinámica concentradora agosto 23, 2013

Filed under: Uncategorized — unpaisparatodos @ 3:48 pm
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Cualquier otra forma de funcionamiento socioeconómico más allá del capitalismo como lo conocemos tendrá que preservar los logros alcanzados y, al mismo tiempo, desmontar grandes privilegios que, focalizados en asegurar su reproducción, impiden cambiar el presente rumbo sistémico.

La energía transformadora no busca eliminar el capital como factor productivo sino que procura cambiar su naturaleza concentradora, democratizar su propiedad, colocarlo en igualdad de condiciones con los demás factores que hacen posible el proceso productivo. Todos los actores debieran subordinar sus intereses y apetencias económicas al bienestar general y a la sobrevivencia del planeta.

Un sistema económico en crecimiento genera excedentes que se van acumulando. Esa acumulación puede concentrarse en pocas manos o, alternativamente, distribuirse con distintos grados de equidad a toda la población, sea directamente o a través del Estado que los canaliza para proveer justicia, seguridad, servicios sociales y productivos. Si el Estado es dominado por sectores minoritarios impone reglas de funcionamiento que tienden a generar o a facilitar concentración, posibilitando que esas minorías obtengan desorbitados privilegios. No se explicita que esos privilegios se logran aprovechando toda la infraestructura existente y, con frecuencia, a costa del bienestar de los demás.

Pocas veces la imposición de políticas concentradoras es tan burda que resulta fácilmente reconocible. Si fuera así los perjudicados reaccionarían para desmontar los desorbitados privilegios. Se utilizan, en cambio, sutiles mecanismos de extracción de valor que no siempre se conocen o comprenden. El resultado es que la riqueza se acumula en pocas manos generando una dinámica que se alimenta a sí misma y se acelera con el tiempo.

Esta dinámica concentradora se sostiene manipulando la opinión pública para encubrir consecuencias y minimizar reacciones adversas. Esto se materializa a través de financiar o adquirir medios de comunicación, e incidir sobre hacedores de políticas, instituciones educativas y usinas de pensamiento estratégico que sean funcionales a sus intereses.

 

Roberto Sansón Mizrahi

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Capitalismo, ¿sistema eterno? agosto 15, 2013

Filed under: Uncategorized — unpaisparatodos @ 6:49 pm
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Hay quienes piensan que el capitalismo concentrador es la única forma como puede funcionar una economía, nuestros países, el planeta todo. Reconocen que es un sistema imperfecto pero afirman que no hay otro mejor, parecido a lo que se suele decir de la democracia. Para ellos el capitalismo contemporáneo sería una última instancia en el desarrollo de los sistemas económicos; un ilusorio y por cierto fantasioso fin de la historia; algo que llegó para quedarse; que puede ajustarse en algunos aspectos pero que, en esencia, pasa a ser un sistema eterno.

Esta visión expresa cierta ignorancia o soberbia, cualidades que suelen crecer aunadas, aunque también podría considerarse una defensa ideológica de privilegios adquiridos con el proceso global de concentración de la riqueza. La historia, las ciencias sociales, la experiencia de comunidades y sociedades demuestran que no existen sistemas eternos ya que esa eternidad es de naturaleza imposible. Ernesto Sábato decía con fina ironía que “los Sistemas Eternos tienen una característica: duran muy poco. Todos ellos aspiran a la Verdad Absoluta, pero la historia de la filosofía es la historia de los Sistemas, o sea la historia del Derrumbe de los Sistemas”.

Quienes señalan que ningún otro sistema podrá exitosamente reemplazar el capitalismo contemporáneo se dicen defensores de los derechos humanos aunque prime en el mundo una tremenda desigualdad y miles de millones de seres humanos no accedan a niveles aceptables de bienestar; pregonan la libre expresión pero condicionan la generación y diseminación de nuevas ideas; hablan de democracias representativas pero manipulan el sistema democrático afectando la representatividad de quienes son electos y la propia gobernabilidad democrática.

Con tan poderosas fuerzas predicándola no debiera sorprender que perdure la creencia que más allá del capitalismo no hay sino un enorme, peligroso e imprevisible gran vacío, tan desconocido, y por ignorancia amenazante, como aquel otro de fines del Siglo XV cuando los europeos temían enrumbar sus carabelas hacia el occidente porque muchos creían que el océano terminaría abruptamente.

Roberto Sansón Mizrahi

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Otro tipo de crecimiento agosto 13, 2013

Filed under: Uncategorized — unpaisparatodos @ 3:58 pm
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Hoy en Europa toca alertar sobre esta fase de relanzar el crecimiento que pareciera va a imponerse en lo que resta de la década. El desarrollo es necesario pero no se logra con cualquier tipo de crecimiento. Si se restaurase el crecimiento concentrador, como podría ocurrir de no mediar fuertes reacciones, se aflojaría la soga que estrangula a los sectores populares y volveríamos sin mayor cuestionamiento, y paradójicamente aun con cierto alivio, a la situación de pre-crisis. Ese “cierto alivio” agrega dramatismo a la pugna por restaurar un crecimiento concentrador porque, camuflada en una mejora temporal, se vuelven a sembrar las mismas semillas que después germinan como nuevas crisis y recurrentes penas y castigos. Por eso decimos que crecimiento sí, pero ya no aquel que reproduce el privilegio y la concentración que mata de a poco y destruye el planeta.

Se llenarán la boca los nuevos profetas del crecimiento y aparecerán incluso como salvadores de la situación opresiva que ahora se sufre; pero la oportunidad que no se debiera dejar pasar, el desafío que haríamos bien en asumir, no es crecer como “antes” sino crecer en un contexto de desarrollo sustentable; desconcentradamente, con equidad, sin deslizarnos en el consumismo irresponsable, cuidando de los demás y protegiendo a nuestra madre Tierra que es la que nos ha sostenido en esta marcha de muy larga data.

El desarrollo sustentable tiene variantes y modalidades, algunas conocidas y otras aun no transitadas y por descubrir. Hacen parte de un futuro que vale la pena construir y bien vivir. Existe suficiente determinación, talento y capacidad de trabajo para lograrlo pero también obstáculos e intereses que traban las nuevas opciones y buscan confundir, alienar y desviar. Estamos ante una crítica encrucijada de caminos y podemos, debemos escoger. Una decisión para valientes, para quienes nos conducen y para el ciudadano de a pié: se trata, nada más y nada menos, de ajustar el rumbo y transformar la forma de funcionar de modo de recuperar la identidad, la independencia, la equidad y la significación que nos han arrebatado.

Roberto Sansón Mizrahi

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