El ajuste tiene implicaciones en cuanto a justicia social y distribución del ingreso; en cuanto al papel del capital financiero para imponer hacia dónde se canaliza el ahorro (a especular o a financiar producción); en cuanto a las “externalidades” que hacen a la destrucción del medio ambiente, al desborde del consumismo irresponsable, al daño a la cohesión social, a las amenazas a una efectiva gobernabilidad democrática y a la pérdida de sustentabilidad del propio crecimiento económico.
En cambio, la palabra transformación pasó a representar a otra política socioeconómica que busca cambiar el rumbo y la forma de funcionar de los países y del sistema global. En esta perspectiva, transformación implica avanzar hacia un desarrollo sustentable que combine equidad con crecimiento orgánico, respetando modalidades propias para cada país y ajustándose a las cambiantes circunstancias que caracterizan a toda realidad. Se acepta la responsabilidad fiscal pero basada en la justicia distributiva y en un reparto equitativo de cargas, esfuerzos y resultados. No se entrega el timón de la economía a los mercados sino que se utiliza el poder público para orientarlos en una nueva dirección; una que no reproduzca las desastrosas “externalidades” (en verdad casi inevitables y esperables consecuencias) de la presente forma de funcionar.
Transformación también implica promover valores muy distintos a la desaforada codicia de buena parte del mundo financiero y al ninguneo con que se condena a los segmentos más vulnerables que son nuestras mayorías. Esta visión prioriza el fortalecimiento de la cohesión social que sirve de sustento a una democracia más plena en lo político, social y económico.
Dentro de la transformación hay mucho que ajustar, enmendar, corregir, mejorar, para enriquecer trayectorias y afirmar el rumbo escogido. Pero ese “ajustar” no es el “ajuste” restaurador de un orden de cosas que lleva a recurrentes implosiones, a una creciente concentración económica con su contra cara de desigualdad, pobreza e indigencia.
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Roberto Sansón Mizrahi
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