Los sistemas políticos democráticos se están desmoronando en muchos países frente a un descontento general pero inorgánico, lo que da por resultado gobiernos autoritarios e improvisados. El verdadero cambio se está produciendo a nivel local, y quedará potenciado por las macro-crisis que se avecinan.
No se asuste el lector por el título apocalíptico. Se trata del fin de un mundo, y no del mundo –esperemos. Como dice un tango de Gardel: “sus ojos se cerraron, y el mundo sigue andando.” En geopolítica, como en otros campos, conviene preguntar: ¿Qué ojos se han cerrado? y ¿Cómo sigue el mundo andando?
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